04 de Abril del 2020 | Rectorado
El I.S.A.R.M. dio gracias por su 60º aniversario con la celebración de la Santa Misa presidida por Monseñor Juan Rubén
Con inmensa alegría, se rezó hoy la Santa Misa en el oratorio del Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”, en acción de gracias por el 60° Aniversario de esta casa de estudios. La presidió Monseñor Juan Rubén Martínez, Obispo de la Diócesis de Posadas.
Debido al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, la Comunidad Educativa Montoya participó desde diferentes lugares de la provincia de Misiones e incluso de otros puntos de la Argentina a través de la transmisión online a través de la fanpage de Facebook https://www.facebook.com/institutomontoya/ y de la retransmisión de Radio Educativa Montoya (Red M) http://radiolinksmedia.com/Montoya/.
Durante su homilía el obispo resaltó que la Eucaristía se celebró con gozo, de manera “íntima pero profundísima acción de gracias a Dios por… los 60 años de la creación de este emblemático Instituto Montoya.” Mencionó que por la situación mundial la celebración se pudo realizar en el Oratorio de esta casa de estudios, “quizá providencialmente… en este espacio… un lugar histórico… En este contexto de pandemia, -expresó- queremos pedir al Señor que termine lo más pronto posible, queremos pedir por los que sufren y por quienes prestan servicios para que esto pronto pueda ser superado”.
Destacó que en estos 60 años “…agradecemos por el presente y ponemos en las manos de Dios la proyección al futuro… En esta memoria queremos agradecer al primer Obispo Monseñor Jorge Kemerer que apenas iniciada la Diócesis en 1957”, creó varios institutos educativos, en 1960 el Instituto Montoya, en una provincia joven, tuvo la visión de que “era necesario un instituto formador de formadores, de profesorados… destacó que mucha gente puso su corazón desde esos años hasta hoy” .
Recordó a la Doctora Marisa Micolis, quien fuera docente, vicerrectora y rectora de esta casa de estudios en las primeras décadas de su creación. La cual en una conversación le compartió que Monseñor Kemerer celebraba muchas Misas en el Oratorio, que las imágenes de allí, la del Cristo y de la Virgen de Loreto fueron realizadas en barro misionero, “lo que hace que sea muy significativo el lugar”. Manifestó que en el Oratorio se reunieron muchas personas, década tras década, “que pusieron su corazón; queremos a todos ellos, a los que no están, pedir por ellos; a los que están; queremos poner todo dentro de la Eucaristía. Queremos agradecer este presente porque Dios ha hecho mucho en estos años.”
Monseñor Juan Rubén expresó que en marzo cumplió 19 años desde que está en la Diócesis de Posadas, y con el Instituto Montoya.
Resaltó que en un mensaje dirigido a la actual Rectora del I.S.A.R.M., Licenciada Ángela Benítez, utilizó la palabra “matriz, es como algo realizado, algo que está creado, algo que es madre, puse esa palabra porque nace la Diócesis en el ‘57 e inmediatamente el Montoya… está ligado a la matriz evangelizadora de la Diócesis… cuando la Diócesis de Posadas implicaba toda la provincia…”. Luego se dividió y surgió la Diócesis de Iguazú, en el 2009 la de Oberá. Retomando el término matriz evangelizadora se refirió a que en el Montoya han estudiado y estudian personas de distintos lugares de la provincia y de la región; incluso sumó Extensiones Áulicas.
Monseñor Martínez, se refirió a la matriz cultural de Misiones que a partir de la formación que brindan las instituciones educativas como el Montoya, se impregna de cultura y se va generando cultura. “Siempre la educación es hacedora de cultura,… el hoy es eso”. Indicó que son muchos los que “viven en esta gran familia Montoya”, por ellos se agradece en la celebración. Invitó a pedir por el presente de la institución que amén de la situación difícil que se está viviendo, busca caminos a través de la comunicación, para que todo siga vigente.
Remarcó que no duda que el Instituto Montoya “seguirá como matriz de la educación en la provincia de Misiones y en la región como uno de los institutos más importantes de nuestro país”.
Agregó que la Semana Santa y la Pascua –este año- se celebrarán de manera peculiar, como Iglesia Doméstica, a través de las transmisiones de los medios de comunicación, por ello propuso generar espacios en los hogares para vivir estas celebraciones. “Nos introducimos al acompañamiento a Jesús,… porque es a Él a quien queremos seguir. Yo no dudo el aporte, cuando digo matriz, el aporte humanístico, evangelizador que tuvo el Instituto Montoya y que de alguna manera todos estamos llamados a tener como una fuerte respuesta a nuestro tiempo a veces un poco mercantilista, materialista, nosotros queremos responder con una razón humana. Todo en Jesucristo, el Señor es el centro, es la respuesta. Quizás esta Misa austera y sencilla expresa este misterio pascual de una manera elocuente”.
Habló del sufrimiento, padecimiento, muerte y resurrección de Jesús, ese es el misterio de la Pascua. Lo comparó al decir “Queremos vivir este aniversario pascualmente, asumiendo desde la Eucaristía… tantos sacrificios, tantas cosas, alegrías y gozos, de 60 años,… pero también ciertamente muchos llantos y sufrimientos, todo eso tenemos que asumirlo pascualmente con la certeza de que ningún sufrimiento es en vano, y ningún llanto es en vano, que todo sacrificio tiene sentido. Y que todo lo que fuimos viviendo… en estos años, siempre será pascual. Y hoy celebramos por eso pascualmente la esperanza. Pensar en la proyección del Instituto Montoya que cumple 60. Seguro algún otro Obispo celebrará los 100 años del Instituto Montoya… porque esto es pascual, todo reverdece y se hace fuerte y nos fortalecemos en la Pascua, en Cristo, el que murió, resucitó. Pedimos por el Montoya, agradecemos por el Montoya por estos 60 años y sin lugar a dudas vamos por muchísimos más”.
Al finalizar la Misa, la Rectora Licenciada Ángela Benítez se dirigió a través de la transmisión en vivo en la que exaltó su gratitud a la Comunidad Educativa diciendo “…por la vida de cada uno de ustedes, personal docente, personal no docente de nuestra querida casa. Por el servicio silencioso de todos, por el sí de cada día, por el sacrificio que hacen. A cada una de sus familias también que están sosteniéndolos en todo momento, más aún en este tiempo, donde como nos decía Monseñor Kemerer: «La educación tiene que capacitarnos para una verdadera readaptación sin perder nuestra escala de valores…». Agradeció el acompañamiento al ideario institucional, expresando: “por defender la vida, por cuidarnos entre todos nosotros en este momento”.
Memoró las palabras de Monseñor Juan Rubén de días atrás: «Hemos descubierto tantos dones, tantos talentos…». “Hemos descubierto tanta generosidad en nuestro equipo de trabajo, que no podemos más que agradecerle al Señor, que es el dador de todo esto, simplemente agradecerle a él por nuestra vida y pedirle que sigamos trabajando juntos, proyectándonos en este sentido pascual como decía Monseñor; que sigamos con esta esperanza proyectándonos como siempre digo: ‘Sin temor a equivocarnos’, simplemente deseando hacer el bien, buscando la verdad y haciendo todo con profundo amor. Gracias”.