18 de Marzo del 2024 | Rectorado
Se realizó la IV Jornada de Educadores del NEA
Fue un espacio para reflexionar sobre la crisis educativa actual, pero no con la intención de quedarse allí, sino también para buscar caminos que permitan una reconstitución y una salida.
Bajo el lema “Educación y Cultura del Diálogo. Aportes en Tiempos de Crisis Educativa” cientos de docentes y directivos de establecimientos de todos los niveles y modalidades de enseñanza, se dieron cita el pasado viernes 15 en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (ISARM), en la “IV Jornada de Educadores del NEA”.
Figuras centrales del encuentro fueron el Doctor Carlos Hoevel, egresado de la Pontificia Universidad Católica Argentina y de la Universidad de Chicago; y la Magíster Ana María Amarante, graduada de la Universidad Autónoma de Barcelona, de la Maestría en Educación y Comunicación, Didáctica – Gestión.
Sus disertaciones fueron seguidas no solo por los docentes que concurrieron al salón auditórium del ISARM, sino también a través de una transmisión por streaming, que incluyó el trabajo en cuatro talleres que se llevaron a cabo en horas de la tarde.
En líneas generales, se trabajó a partir del documento “La Identidad de la Escuela Católica para una Cultura del Diálogo” (Sagrada Congregación para la Educación Católica, 2022), sobre los desafíos actuales que interpelan a las instituciones educativas, motivando a discernir en conjunto los caminos para dar respuesta a la realidad.
La apertura estuvo presidida por El Obispo de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, miembro de la Comisión Episcopal de Educación Católica de la Conferencia Episcopal Argentina por la región NEA, acompañado por Adrián Alvarez, Presidente del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC). Con ellos, también estuvieron la Presidente de la Asociación de Institutos Privados de Educación de Misiones (AIPEM), Licenciada Delicia Olivera; el Presidente de la Junta de Educación Católica de la diócesis de Posadas y vicerrector académico de la Universidad Católica de las Misiones, Presbítero Licenciado Alonso Freiberger; el Secretario Episcopal para la Educación Católica de la diócesis de Posadas; y el Representante Legal del Instituto Montoya, Lic. Luciano Matijas, además de autoridades del ISARM, entre ellas la Rectora Magíster Natalia Navas; el Vicerrector Profesor Javier Zago; la Secretaria Académica, Licenciada Alejandra Chuquel y autoridades educativas provinciales, como:
El Licenciado Marcelo Giménez, Director General de Control Pedagógico del Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM) y la Licenciada Natalia Kuperman, asesora pedagógica del SPEPM.
Por la tarde, en cuatro talleres, se abordaron los siguientes ejes temáticos:
Tecnología, Inteligencia Artificial y Redes Sociales: sentido y aprovechamiento desde lo pedagógico, a cargo del profesor Walter Eduardo Genoud, de la plataforma de aprendizaje Ticmas.
Relación Familia-Escuela: nuevos puentes, a cargo del Doctor Álvaro Federico Muchiut.
En tanto, la Magíster Ana María Amarante condujo el taller “Ser docente y directivos en la escuela actual” y el Doctor Julio Andrés Martín, junto a la Magíster Carla Érika Von Schmeling, se refirieron al tema “Comunicación y abordaje para situaciones de violencia”.
La “IV Jornada de Educadores del NEA” estuvo organizada por: la Comisión de Educación del NEA y el Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya” (ISARM), con el auspicio de la Fundación Tupasy y la Universidad Católica de las Misiones (Ucami).
La jornada comenzó a las 9 y terminó a las 17 horas, con la celebración de la santa misa, guiada por integrantes del Instituto Nuestra Señora de la Candelaria y con el Instituto Superior Santa Catalina a cargo de Ministerio de Música.
¿Por dónde empezar a reconstituir?
Teniendo en cuenta el estado de crisis, “¿Por dónde empezar a reconstituir?”, se preguntó el Doctor Carlos Hoevel en su disertación.
Hoevel propuso un recorrido que incluyó, en el comienzo, una descripción de la situación de crisis “en el sistema educativo argentino en particular y de la educación en occidente en general”.
“Tenemos la sensación de que los sistemas educativos no funcionan y de que hay una impotencia de la política educativa para cambiar las cosas… Que el sistema educativo ya no es como era antes, una escalera de ascenso social, y que pasó a ser una especie de balsa donde la gente se sube pero no le cambia la vida”, describió.
El “ecosistema en el que está inserta la escuela” se modificó a partir de un nuevo contexto que incluye “la cultura y la familia, la economía y el mundo del trabajo”, además de la tecnología, explicó Hoevel. Y agregó:
“Hay una crisis de autoridad, de parte de los padres que se sienten desorientados y de docentes y directivos que se sienten cuestionados por los padres. Están disconformes unos con otros y están rotas las alianzas entre la familia y la escuela, el estado y la escuela. Toda esta fragmentación, sumada a la desorientación de los adolescentes crea una sensación de que estamos perdidos, una sensación de falta de sentido y horizonte”, dijo.
Pero Hoevel también alentó a buscar caminos para “empezar a reconstituir” las alianzas caídas. Y detalló: “Hay que hacer un poco de todo desde varios frentes”.
Para el doctor en filosofía, “la cuestión de fondo es cómo estamos nosotros, cómo están las personas, la persona del docente, los directivos, los estudiantes, los padres… En definitiva, en la mirada humanista cristiana todo empieza desde el cambio personal”.
“El punto central es como reconstituir el yo”, remarcó.
“Si no reconstituís tu propio yo como docente o directivo, cómo vas a contagiar un sentido de la vida si vos mismo no lo tenés. Entonces, ahí viene el gran desafío. ¿Y cuál es el camino? El mismo que toda la vida ha enseñado la Iglesia y en definitiva es el camino de redescubrir lo humano, de redescubrirte como persona”, subrayó.
Coincidencias
“Las grietas que se dan en este momento en nuestro país, tanto a nivel de comunicación humana como de relación con lo climático, es todo fruto de una formación humana”, advirtió en coincidencia con Hoevel, la magíster Ana María Amarante.
¿Cómo recomponemos esta comunidad? La escuela y la universidad son responsables de educar a la persona para que pueda discernir sobre qué es lo permanente y qué lo cambiante. Cuáles son los valores que son los fundantes y permanentes para educar y qué cosa cambia. Qué cosa debemos resguardar como permanente para que no se produzca empobrecimiento, para que no se produzcan estas rupturas”, inquirió.
Amarante se mostró preocupada por la situación de las organizaciones educativas cristianas.
“Los equipos directivos, los consejos de las universidades tienen que trabajar mucho sobre esta metodología del discernimiento, para ir reconociendo lo esencial que no debe cambiar y sí lo que puede cambiarse, pero a la luz de la fe. Es decir, la cosmovisión cristiana en las instituciones de la Iglesia no puede no estar. Si suprimimos la cosmovisión cristiana estamos perdiendo la identidad de nuestras escuelas”, advirtió.
En cuanto a las causas de la actual crisis, argumentó:
“El magisterio de la Iglesia nos viene recalcando: la tarea de la escuela católica o de la universidad católica es la síntesis entre fe y cultura, fe y vida (…). Sin estas dos dimensiones, la espiritualidad, la trascendencia de la persona no se logra. Y eso produce crisis”.
De allí la importancia de las escuelas cristianas y católicas, porque:
“Quién atiende la dimensión trascendente de la persona? La escuela cristiana, que tiene ese fin, de educar en la dimensión trascendente, en esos valores evangélicos”.
En ese marco y en cuanto a los avances tecnológicos y la educación, Amarante se mostró cautelosa.
“Todo el avance tecnológico actual es bueno, sí. La Inteligencia Artificial es un recurso bueno? Puede serlo… Pero también puede ser que no. Depende de cómo lo usemos. Aquí viene la tarea docente”, indicó.