08 de Julio del 2015 | Rectorado
El Instituto Montoya recordó a su fundador con una Misa
El viernes 26 de junio, en el Aula Magna del ISARM, a las 18, se celebró una Santa Misa en honor a Monseñor Jorge Kemerer, fundador de esta Casa de Estudios. Ese mismo día se recordaba un aniversario más del fallecimiento de quien fuera el primer Obispo de la Diócesis de Posadas, creada en 1957.
De la Misa participaron docentes, alumnos y personas que conocieron a Monseñor Kemerer. Estuvo guiada por los alumnos y docentes del Profesorado en Historia y de la Pastoral del ISARM y fue presidida por el Presbítero Julio Centurión.
En la homilía el padre Julio reflexionó sobre la marca que Dios, en la Primera Lectura, le pidió a Abraham que llevara en su cuerpo, la circuncisión. Manifestó que con eso Dios estaba diciendo “quiero que lleves para siempre la marca de Mi Presencia. Qué gran enseñanza es para todos nosotros, hombres y mujeres, porque es hermoso pensar que el sentido espiritual de la circuncisión está en aquello que consideramos lo más nuestro. En lo más íntimo de nuestro ser, Dios nos pide que llevemos Su Marca. Quizás hoy deberíamos pensar ¿qué tenemos que entregar a Dios, que necesitamos circuncidar y presentarle a Él para que lleve Su Sello? Tal vez sea nuestro dinero, nuestros sueños y deseos, nuestros proyectos y decisiones. Cada persona debería realizarse esta pregunta. ‘¿Qué es lo que considero más mío, más propio?’ y que hermoso sería que tomáramos eso que consideramos más personal y le digamos al Señor ‘lo que es más mío, que sea más tuyo’… Porque no tenemos que olvidar que lo que le presentamos al Señor como lo más nuestro, lo más propio, Él lo toma, lo bendice, lo multiplica y lo hace fecundo…”.
Antes de finalizar la misa, la Vicerrectora del ISARM, Lic. Miriam Carolina Alves, compartió unas palabras con los presentes, recordando a Monseñor Jorge Kemerer. Remarcó su disponibilidad y cercanía para con todos, la fuerte preocupación por la educación, de allí la variedad de instituciones educativas que fundó, entre las que se encuentra nuestra Casa de Estudios y también su atención a los hermanos guaraníes. “Estuvo en todo tiempo, en todo lugar cuando se lo necesitó, con las comunidades aborígenes, con las personas que tenían dificultades o discapacidades, con el hermano, siempre estaba…Tuvo un fuerte compromiso con una de las tareas más importantes que comprometen a un Obispo, como es el tema del Seminario, el acompañamiento a los seminaristas y a los sacerdotes, y también a la comunidad toda. Y los que por ahí recordamos sus homilías o sus charlas, tenemos presente que él siempre rescataba este tema del servicio, del estar ahí donde se lo necesitaba y espero que ese pueda ser un horizonte, un rumbo para todos los que formamos parte de este Instituto y también para la proyección de nuestra formación hacia la comunidad, ante todo servir…”, manifestó la Vicerrectora.