27 de Febrero del 2018 | Rectorado

En Corrientes se realizó el 55° Curso de Rectores del CONSUDEC

Con el lema “La revolución de la ternura es hoy”, más de 800 docentes de todo el país se congregaron del 6 al 9 de febrero en el Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), en la ciudad de Corrientes. La sede fue la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste.

La jornada inaugural se inició con la recepción de la imagen de la Santísima Virgen y de San José. Junto a ellos se dio la bienvenida a las instituciones educativas y a todos los educadores. También se hizo presente la Palabra de Dios, que guía la acción docente y la “revolución de la ternura”, invocando: “Bienaventurados los que buscan la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Por último, recibieron la Luz que simboliza a Cristo, para que los docentes sean sus testigos en vida y verdad en las comunidades educativas.

Presidieron el acto autoridades del CONSUDEC, eclesiásticas, de las Juntas de Educación Católica, gubernamentales, de las fuerzas armadas y de seguridad; junto a directivos y docentes de toda la Argentina. En representación de esta Casa de Estudios Superiores, estuvieron presentes la Vicerrectora Profesora Natalia Kuperman, la Secretaria Académica Licenciada Silvia Zuzaniuk, la Directora de Formación Inicial Periodista y Locutora Nacional Evangelina Fangano y la Directora de Prensa y Comunicación Institucional LN y Productora Mirta Prokopiw.

El primer día la jornada estuvo orientada a temas vinculados a la legislación vigente, en cuyo marco, el Doctor Jorge Emilio Luengo, Representante Legal del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya y asesor legal de la Diócesis de Posadas, disertó sobre “Protocolo de intervención”.

En acto de apertura, el Presbítero José Álvarez, presidente del CONSUDEC, dio la bienvenida a todas las comunidades, especialmente las más lejanas, y las comparó con la Epifanía, porque los Reyes Magos hicieron un largo camino esperando el cumplimiento de la espera de su corazón. Les deseó a todos que este encuentro les pueda colmar la espera del corazón de cada uno de ellos.

El director manifestó su deseo de que este encuentro sirva para hacer un camino de ternura en la educación. Además, expresó la necesidad de un cambio en la educación, argumentando que “estamos demasiado quietos, anquilosados y el aula es imagen de lo que pasa en la escuela”.

Además, consideró que no basta con poner una computadora en el aula, porque “podemos cambiar los instrumentos pero se sigue haciendo lo mismo”, por lo tanto “es necesario capacitar a los docentes para mirar la realidad de una manera nueva”. El sacerdote llamó además a “estar atentos a la realidad, a los datos, a los cambios necesarios” y aseguró que “los representantes legales tienen que estar mirando más allá”.

“No se trata de innovar por innovar”, continuó el director, y llamó “cambiar la estructura de trabajo en el aula” y a reconocer que es una realidad la educación personalizada, “para que aquellos que tienen más facilidad para alguna cosa, investiguen y profundicen, para que aquel al que le cuesta tenga un tutorial con la compañía del docente, para que se ayuden unos a otros y compartan lo que van produciendo”.

“Tenemos un grave error en la implementación del trabajo en el aula, y el que no llega a los logros propuestos, puede sentirse tranquilamente marginado, y tal vez alcanzó más de lo que podía, pero por eso no es menos, sino diferente”, reconoció, y consideró que “el problema es qué escuela queremos nosotros”. […]

Finalmente, llamó a los educadores a “atraer el corazón, desafiando la razón” de los alumnos. No alcanza con “hacer la propuesta”, aclaró: “Hace falta hacer un camino, tenemos que ayudarlos a hacer el camino y hacerlo con ellos. Este fuego no puede apagarse, debemos tomarnos en serio el corazón humano en toda su plenitud”.

El Arzobispo de Rosario y presidente de la Comisión Episcopal de Educación, Monseñor Eduardo Eliseo Martín afirmó: “La ternura debe ser virtud de toda autoridad docente”; asimismo, manifestó la necesidad de “humanizar la tarea educativa”, especialmente mediante la ternura, “virtud de toda verdadera autoridad docente”.

Con respecto al lema del encuentro expresó que es: “[…] tan estimulante y comprometedor: introducir la ternura, ponerla de relieve, humaniza la tarea educativa y le da un marco grande y abierto, frente a tanto discurso frío, burocrático y meramente técnico”, manifestó el arzobispo. “La técnica es para manipular las cosas, pero la educación, que comporta ciertamente aspectos técnicos, es encuentro y diálogo entre personas, para introducir el significado de la realidad. Donde hay personas humanas ha de haber todo lo que a ellas se refiere y por eso no puede faltar la ternura, que tiene carácter de revolucionario, en el decir del papa Francisco”, agregó.

Asimismo, explicó que en la ternura “se combinan la suavidad en la forma y la firmeza en el fondo”. “Es una virtud de los fuertes que no necesitan maltratar a los otros. Todo lo contrario, la ternura ha de ser virtud de toda verdadera autoridad docente, en toda autoridad educativa, como un verdadero padre y una verdadera madre cuya mayor inquietud es ayudar a crecer a los hijos que Dios les ha dado”, aseveró.

Finalmente, pidió “que a través de nuestra tarea educativa los alumnos puedan experimentar la ternura de Dios y su revolución, esa ternura que les ayude a crecer y ser personas conscientes de sí y de su misión en el mundo, que los llene de certeza, de plenitud y de alegría, de saberse incluidos en ese gran amor, en ese perdón continuo que los hace útiles para el servicio de los demás”.

Información extraída de: http://www.aica.org/32258-comenzo-el-curso-de-rectores-del-CONSUDEC.html y de http://www.aica.org/32284-mons-eduardo-martin-147la-ternura-debe-ser-virtud-de-toda.html

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