15 de Noviembre del 2018 | Rectorado
Los jubilados del Instituto Montoya, período 2017-2018, fueron agasajos
El pasado miércoles 7 de noviembre, en el Aula Magna del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, fueron agasajados 13 jubilados del ISARM. Participaron del acto autoridades de la Casa, docentes, no docentes, los homenajeados, sus familiares y amigos.
La actividad comenzó cerca de las 19.00. Se inició con una oración guiada por el Presbítero Miguel Ángel Moura, Asesor Espiritual de la Sede Central, quien proclamó el Evangelio del día y luego invitó a los jubilados a ponerse de pie, los bendijo especialmente y los roció con agua bendita, seguidamente bendijo los obsequios que se entregarían como un reconocimiento a la labor realizada de cada uno de los que durante tantos años brindaron un servicio comprometido en el Montoya.
A continuación la Rectora, Magíster María Eva Lescano de Borkoski, brindó unas palabras. “Cada vez que cerramos una etapa, aún cuando la venidera es esperada, es deseada, no deja de invadirnos un matiz de nostalgia, de melancolía, que se entremezcla con una sensación de alegría (…) Melancolía, nostalgia, por el contacto físico, por el trabajo del día a día que ya no vamos a tener, por las charlas de pasillo que quedarán en el recuerdo, por el contacto con los alumnos en las aulas, por las discusiones, por los momentos amargos. Todo eso pasa a ser parte de una historia personal. Y alegría por lo que viene, por ese día a día diferente. Disfrutar de aquello que veníamos postergando (…) Son tiempos nuevos para ustedes queridos colegas”, expresó y luego agregó “(…) para que esta Institución se mantenga vigente en sus 58 años de historia, mantenga su población de alumnos, su población de ingresantes, ha sido siempre necesario que cada uno de los que trabajan en esta Casa sumen en el día a día su labor y eso es lo que han hecho ustedes, todos y cada uno (…) dejan una marca, dejan una impronta, dejan un lugar, que posiblemente sea cubierto por otro profesional, pero que nunca va a tener la marca de ustedes, porque cada uno es único y diferente (…)”. La Rectora también agradeció a cada uno de los familiares que estaban acompañando, porque si bien muchos de “esos rostros no los conocíamos”, son quienes sostienen la vida de cada profesional y lo ayudan a realizar bien sus tareas. Finalmente, manifestó su agradecimiento en nombre del Instituto Montoya “por su trabajo y generosidad de estar en el día a día con nosotros y por dejarnos un legado; cada uno deja un legado en su carrera, en su sector, en su lugar de trabajo y serán recordados (…) Es el tiempo de la cosecha, es el tiempo de recuperar todo aquello que quizás estaba un poquito postergado, es el tiempo de disfrutar, es el tiempo de ustedes. Deseamos que en ese tiempo sean felices y que no pierdan nunca de vista lo que aquí cultivamos entre todos, la voluntad de estar al servicio del otro, en cualquier lugar que sea siempre hay alguien que los necesita (…), por los valores que nosotros cultivamos acá, no tengo dudas que cada uno de ustedes seguirá por ese camino (…)”.
Una vez finalizadas las palabras de la Rectora, se proyectó un audiovisual preparado especialmente para la ocasión por la Dirección de Prensa y Comunicación Institucional. En el mismo se reflejaron algunos momentos del tránsito de los agasajados por nuestra Casa de Estudios Superiores.
Finalmente se entregaron los obsequios a cada uno de los presentes, leyendo una semblanza de cada uno, la cual fue preparada por sus compañeros de tareas, sumada a la información que figura en el legajo personal.
Una vez concluido el acto en el Aula Magna se invitó a compartir un ágape en el patio.