18 de Diciembre del 2018 | Rectorado

En Acción de Gracias, el Montoya rezó por el año transcurrido, luego compartió una cena

El 13 se celebró la Misa en Acción de Gracias por el año transcurrido. Fue presidida por Monseñor Juan Rubén Martínez, Obispo de la Diócesis de Posadas. Lo acompañaron el Presbítero y Doctor en Derecho Canónico Ariel Busso, oriundo del Arzobispado de Buenos Aires que se encontraba de visita en la Diócesis, con motivo de colaborar con la misma. También concelebraron el Presbítero y Licenciado Sebastián Escalante, Coordinador del Centro de Teología y Filosofía y del Profesorado de Ciencias Sagradas del ISARM; el Presbítero Miguel Ángel Moura, Asesor Espiritual de esta Casa de Estudios; y, el recientemente ordenado sacerdote, el Presbítero y Profesor Jorge Benchaski, quien estará como Vicario en la Parroquia de la Catedral y el año próximo brindará acompañamiento al ISARM.

En su homilía, Monseñor Juan Rubén manifestó su gratitud a la ex Rectora Magíster María Eva Lescano de Borkoski por tantos años de servicio educativo al instituto; a la actual Rectora Licenciada Ángela Gabriela Benítez por haber dicho sí a este cargo, porque hay que tener fortaleza para poder decir que sí, --dijo- sabemos la importancia emblemática que tiene el Instituto Montoya, no solamente en nuestra provincia sino también como una institución de casi 60 años en la Argentina.”
También agradeció a los docentes y no docentes, gente que ama lo que hace, ésta es la clave digamos para poder construir, para hacer lo mejor posible lo que tenemos que hacer, tratar de poner el corazón, y no tengo la menor duda que tanta gente pone el corazón en lo que va haciendo el día a día.” Al respecto mencionó que por esto crece este Centro Educativo.

Monseñor Juan Rubén explicó que “Poner el corazón en este tiempo que vamos preparando una celebración tan importante como es la Navidad, es como ir al centro de nuestra Fe.
Uno de los riesgos de nuestro tiempo es no tener a Dios, y tener muchas formas agnósticas, el secularismo –digamos-, en una sociedad que lo margina a Dios, este es uno de los grandes problemas con lo cual, esto es un desafío pensar en una sociedad donde Dios esté de alguna manera presente.
Y pensamos nosotros, decimos la evangelización pero yo muchas veces digo también la humanización, tenerlo a Dios presente
[…]

Cuántos hay que se dicen cristianos, pero después como la rutina fue ganando al corazón pasan tantas cosas en la vida que por ahí es un cristianismo sin Jesucristo, obviamente, eso se puede transformar en muchas cosas o en nada, o en una ideología cuando Jesucristo no está en el centro de lo que creemos.”
El Obispo reflexionó, “Qué bueno es en este tiempo de adviento que vamos preparando la Nochebuena, la Navidad, que realmente tratemos de que Él esté en nuestro corazón, que seamos cristianos que creemos en Él. Esto parece obvio, pero en realidad es una pregunta esencial de este tiempo de adviento, si Jesucristo es el Señor de nuestra vida, el Señor de nuestra historia, si Jesucristo es el Señor.
Yo siempre digo la Liturgia, las Celebraciones son la fuente más importante de espiritualidad que tenemos los cristianos, podemos tener devociones,
[…] en Jesús Misericordioso, en el Sagrado Corazón, pero es en la Liturgia donde nosotros nos alimentamos.”

Resaltó, “Cómo cambiarían tantas cosas si Él y el Evangelio fuesen un poco más la medida de las cosas que realizamos. Sería mucho más comprensible el perdón, la reconciliación; estos enojos, estas cosas que están enraizadas y que nos van ensimismando mal. Por eso Cristo nos libera, es así, es la propuesta de Él, del amor de Dios que se encarna, que nos amó. Y el amor nos sana, cuando amamos bien damos nuestra vida, salimos, tenemos en cuenta a los demás, y nos enredamos menos y nos sanamos. Amar es sanador, siempre es sanador. 
Vamos a pedirle con esta Acción de Gracias por el Instituto Montoya, de lo que vamos viviendo hay cosas
[…], seguramente […] muchas que agradecer, otras que por ahí tenemos que cambiar o mejorar. Que nosotros podamos transformar desde nuestras familias, desde nuestra institución, pero también ponerle impronta humanística […], en eso que es lo más valioso, los chicos y las chicas que están acá, que van pasando por esta Casa, que tengan una impronta humanística, una impronta que ame, si es posible que tengan a Jesús también en su corazón. Porque podríamos mejorar muchísimo en nuestro tiempo tantas mediocridades.
Pidámosle al Señor que armemos nuestro pesebre para esta Navidad, que en nuestra institución abramos nuestros corazones para que Jesús pueda nacer”
, concluyó Monseñor Martínez.

Seguida a la Celebración, la Rectora Licenciada Ángela Gabriela Benítez brindó un mensaje a los presentes: […] hoy me toca acompañar, para potenciar, para fortalecer el trabajo que cada uno de ustedes realiza desde su función […]. En un presente signado por tantos acontecimientos sociales y culturales que han marcado particularmente este 2018, y que han movilizado sensiblemente a nuestras instituciones, a nuestros jóvenes y también a nuestras familias.

Esta realidad colegas nos convoca a cada uno de nosotros, a asumir y encarnar los valores desde los cuales podamos ayudar a reducir la cultura del descarte. Intentando incidir en nuestros propios ámbitos de trabajo para redescubrir la dignidad de cada ser humano, en especial de los más vulnerables.

Necesitamos comprometernos con la vida del otro, humanizar las relaciones con aquellos que más cerca tenemos, custodiar con ternura a las personas que están al lado nuestro. Les propongo que cada uno de ustedes en esta noche incluya al invitado de honor a esta celebración, a Jesús, al Emanuel, al Dios con nosotros, que lo invitemos a nuestra carrera, al sector del que cada uno forma parte.

Pidámosle que bendiga toda la siembra de este 2018, que obre con su Espíritu para que sigamos custodiando la formación de nuestros jóvenes, siendo firmes defensores de la verdad y apasionados en la búsqueda del bien. 

Para finalizar – la Rectora- compartió palabras del Papa Francisco, con motivo de la celebración de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, que fue el 12 del cte. mes. “Francisco se refirió en estos términos: «En la escuela de María aprendemos el protagonismo que no necesita humillar, maltratar, desprestigiar o burlarse de los otros para sentirse valioso o importante; que no recurre a la violencia física o psicológica para sentirse seguro o protegido. Es el protagonismo que no le tiene miedo a la ternura y la caricia, y que sabe que su mejor rostro es el servicio.  En su escuela, en la escuela de la Madre María,  aprendemos el auténtico protagonismo, dignificar a todo el que está caído y hacerlo con la fuerza omnipotente del amor divino, que es la fuerza irresistible de su misericordia.» En esta escuela de María aprendemos que su vida está marcada no por el protagonismo sino por la capacidad de hacer que los otros sean protagonistas.

[…]

Que el 2019 nos encuentre unidos como equipo de trabajo y cercanos desde la ternura a nuestros hermanos.”

Luego de la bendición de los alimentos que realizó el Presbítero Moura, se dio inicio a la cena de cierre de actividades. Estuvieron presentes directivos, docentes y personal no docente del ISARM, del Instituto “José Manuel Estrada” (IJME) y del Instituto “Jesús Niño”.

La musicalización estuvo a cargo de Alejandro Puglisi, personal no docente, que supo elegir los ritmos que invitaron a los presentes a bailar animadamente.

También hubo un espectáculo, el Doctor César Ortellado, cantó en vivo; igualmente, lo hicieron el grupo “Sergio Show”.

Colaboraron en la animación los docentes y Locutores Nacionales Antonio “Tony” Sabaré y Luis “Pela” Cartazzo.

Se efectuaron numerosos sorteos, con premios destacados, organizados por la Dirección de Finanzas y de Extensión Cultural. Esta última se encargó además de la decoración del escenario. El Personal de Maestranza contribuyó con la preparación del patio y con el orden del mobiliario para la cena.

Finalizada la cena, la Rectora Licenciada Benítez, convocó para el brindis a la Vicerrectora Licenciada Natalia Kuperman, al Representante Legal Doctor Jorge Luengo, al Rector del IJME Licenciado Rubén Stupniki y a la Directora del Nivel Primario de dicha institución la Licenciada Mónica Monzón. La Vicerrectora rememoró que estamos viviendo el acompañamiento de la dulce espera de la Virgen María, que está esperando a nuestro Salvador, e invitó a los presentes a ponerse de pie para brindar.

Con alegría por el año vivido continuó la fiesta hasta altas horas de la noche.

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