24 de Septiembre del 2020 | Artículos Especiales
El cuidado de la salud integral en tiempo de ASPO, una mirada desde la dimensión espiritual
Desde que el coronavirus se encuentra en el centro de la escena pública, hemos escuchado constantemente campañas donde se promueve el cuidado de la salud, haciendo un especial foco en las medidas sanitarias que previenen el contagio. Todas estas recomendaciones son muy importantes, sin embargo no hay que descuidar otros factores. Podríamos decir que muchos han caído en una desesperanza generalizada, debido a la incertidumbre propia de este tiempo. Por eso, hoy más que nunca resuenan las palabras de Jesús «vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré» (Mt. 11,28). El Señor nos propone ir a su encuentro y depositar sobre Él nuestra carga y preocupaciones. No es una actitud de desinterés sobre el cuidado o un llamado a desacatar órdenes de nuestras autoridades; sino que es una invitación a abandonarnos en Él, confiar en su acción providente, propia de un Dios que nos mira con misericordia.
En este contexto, podríamos aprovechar para realizar una lectura espiritual o incluso para intensificar la oración; propiciando encuentros más prolongados con el Señor. Para aquellos que aún no tienen el hábito de la oración diaria, este tiempo puede ser propicio para iniciarse. Dedicándole al menos quince minutos podremos encontrar provechosos frutos. También aquellos actos de piedad popular tan arraigados en nuestro pueblo pueden venir en nuestro auxilio. No abandonar el rezo del Santo Rosario, es decir, no desprenderse del manto de la Virgen, porque ella también como madre, esposa e hija supo atravesar el dolor, la dificultad, la desesperanza, siempre con los ojos puestos en el Dios Altísimo. Ella es el modelo de la humildad y la docilidad al designio de Dios. Supo abandonarse en su Señor, porque ella tenía la certeza de que Dios es su roca y su baluarte, aquel escudo que la protege y la cuida durante el largo camino de la vida.
Centro de Teología y Filosofía - I.S.A.R.M.