05 de Octubre del 2020 | Artículos Especiales

Separar los residuos: el primer paso para el cuidado de nuestra Casa Común

"Como cristianos no podemos quedarnos de brazos cruzados, y una de las maneras más sencillas de iniciar los cambios en nuestro estilo de vida..."

El Santo Padre en la Encíclica Laudato Sí, nos dice que “la destrucción del ambiente humano es algo muy serio” ya que Dios nos encomendó el “cuidado del mundo de cualquier forma de degradación”. Por ello, nos convoca a “proteger nuestra Casa Común”, lo que implica “cambios profundos en los estilos de vida, modelos de producción y de consumo, y de las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy las sociedades”.

Como cristianos no podemos quedarnos de brazos cruzados, y una de las maneras más sencillas de iniciar los cambios en nuestro estilo de vida, es separando los residuos en nuestras casas, lugares de trabajo y ciudades. El acto de separar los residuos para aquellos que todavía no lo realizan, es revelador, ya que nos ayuda a dimensionar la gran cantidad de residuos que generamos, y a ver que los mismos no son basura sino recursos que se extraen del planeta. Esta revelación nos invita a pensar en reducirlos, y a generar alternativas para reutilizarlos y reciclarlos.

La separación de los residuos nos permite ver la raíz del problema ambiental: “la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura”. Esta cultura del “gastar y tirar” está agotando los recursos del planeta, como el agua potable, fuente de toda la vida en la tierra.  Si no cambiamos, pronto ya no habrá más agua para abastecer nuestra demanda de alimentos. El problema es muy serio, y por ello, por algún lado debemos empezar a cambiar la realidad. El acto de separar los residuos, es ese primer paso en el largo camino de ida de este cambio, que es el cuidado de nuestra Casa Común.

 

Lic. Fernando Santacruz

Docente e Investigador I.S.A.R.M. Autor del Programa Montoya Sustentable.

 

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