23 de Junio del 2021 | Rectorado

Con gran entusiasmo se realizó el Retiro Espiritual en la Sede Campus

“… que germine de esta nuestra tierra la esperanza que transforma el mundo.”

El Centro de Teología y Filosofía junto al Equipo de Conducción Institucional organizaron un Retiro Espiritual para el Personal Docente y No Docente del ISARM bajo el lema “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. El encuentro que tuvo la finalidad de renovar la fe y la esperanza, mantener viva la amistad y la vocación tanto docente como no docente de los miembros activos de la Iglesia y fortalecer la unión familiar como Instituto Montoya. La actividad se realizó el pasado sábado 12 de junio, en el Campus “Monseñor Kemerer”, de 8.00 h a 12.30 h.

Los asistentes fueron recibidos con tortas fritas, café y mate cocido preparados por estudiantes y docentes del Centro de Pastoral Institucional y con la animación del ministerio de música conformado por docentes de esta casa de estudios, y guiados con una oración. Durante el encuentro se atendió con detenimiento el cumplimiento del Protocolo de Bioseguridad, y se propició la reflexión como evangelizadores y discípulos de Cristo a través de la iluminación sobre “La Esperanza” brindada por el Presbítero y Licenciado Alonso Freiberger.

Luego, se compartió un momento especial de meditación personal durante la Adoración al Santísimo Sacramento, acerca de cómo vivimos la pandemia, los aprendizajes que nos aporta, las dificultades que se nos presentan, de cómo las afrontamos cuidándonos y cuidando a los otros. Durante este tiempo de Adoración también se brindaron espacios para acceder al sacramento de la Reconciliación que estuvieron atendidos por el Presbítero y Licenciado Sebastián Escalante, y por el Presbítero y Profesor Jorge Benchaski.

A media mañana se realizó una pausa para compartir un refrigerio preparado por integrantes del Centro de Pastoral Institucional.

En la segunda parte, el Presbítero Alonso se refirió a la Encíclica “FratelliTutti”, explicó su esencia y ofreció consideraciones en el marco de la realidad social-sanitaria por la cual transitamos. Destacó el valor de infundir esperanza, de vivir siempre con esperanza, tema que se trabajó en un segundo momento de reflexión grupal con la creación de afiches que la reflejen.

El retiro culminó con la celebración de la Santa Misa, presidida por el padre Sebastián,al aire libre en el campo de juego de la Sede Campus. Durante la homilía, el Presbítero Escalante, expresó“Qué bueno es que podamos escuchar la Palabra de Dios que nos invita a tener esperanza, […]a comprometernos con esta tierra que nos dio para que la administremos, […] para que la hagamos germinar.”

Puntualizó, “La justicia, el derecho, las cosas que necesitamos […] brotan de la tierra, germinan de ella. Si nos ponemos a mirar nuestra vida, la realidad que nos circunda en el país y en el mundo, vamos a encontrar muchísimas situaciones que nos tiran para abajo, vamos a encontrarnos con muchísimas injusticias, vamos a encontrarnos con muchísimas sombras. Si miramos nuestro propio corazón, y nuestro entorno más inmediato, seguramente encontraremos también un montón de situaciones difíciles.

Pero la fe nos ayuda a mirar hacia lo alto, […] no tenemos que quedarnos a esperar a que Dios resuelva los problemas que hay en el mundo, sino que Dios actúa y derrama su gracia como esa suavidad del rocío que vimos esta mañana y que todavía está empapando el suelo, ese rocío que desciende sereno también sobre nuestro corazón, y que nos ayuda a que germine de esta nuestra tierra la esperanza que transforma el mundo. 

Esta mañana hemos renovado nuestras fuerzas, hemos renovado nuestra esperanza, dejamos que el Espíritu Santo renueve nuestro corazón como el Corazón Inmaculado de María, y queremos comprometernos a seguir regándolo en lo cotidiano para que pueda germinar en el mundo la buena semilla de la salvación. 

Ojalá que nuestro instituto, que nuestras familias, que todo el mundo sea un campo fértil como este que nos rodea, para que el mundo pueda ser un lugar más justo, más fraterno, más solidario, donde el fruto de la misericordia, y del amor de Dios haga alimentar a tantos que tienen hambre y sed de justicia. Que María Santísima, Nuestra Madre, interceda por nosotros.”, concluyó el Presbítero y Licenciado Sebastián.

Se rezó por las almas de quienes han partido a la Casa del Padre por causa de la pandemia, por quienes están enfermos y se agradeció por quienes se han sanado.

Al final de la Celebración Eucarística, la Rectora Licenciada Ángela Benítez, se dirigió a los participantes con un mensaje de gratitud por el encuentro logrado, por la colaboración de quienes tuvieron a su cargo la organización y desarrollo del retiro, por la posibilidad del reencuentro después de tanto tiempo a causa de la pandemia.

 

Lista de Categorías