26 de Septiembre del 2022 | Artículos Especiales

La Formación Docente, aprendizajes y desafíos de la pospandemia

Lic. Letizia Fernández, integrante del Servicio Psicopedagógico del ISARM.

La educación durante la pandemia debió adaptarse en todos sus niveles de enseñanza, hoy, el escenario demanda repensar la práctica docente, analizar y evaluar cuáles son las acciones más acertadas a seguir para lograr los mejores resultados.

Para reflexionar sobre la situación actual de la formación docente de nivel superior, consultamos a Letizia Fernández, Licenciada en Psicología, integrante del Servicio Psicopedagógico del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya.

Ante la consulta acerca de los actuales desafíos para la práctica docente y para las instituciones que los forman manifestó: “Para los docentes, la práctica docente siempre ha sido un desafío, de primero a cuarto año, porque cuando el alumno realiza su síntesis su integración práctica en Residencia Pedagógica, hace una recopilación de modelos que ya trae de su historia de primaria y secundaria e intensifica todas las referencias que tiene en esta última etapa. 

Los desafíos de la práctica docente, fundamentalmente, tienen que ver con poder incentivar el estudio, motivando los mejores caminos pedagógicos. En ellos hay que combinar siempre lo individual con lo grupal, más que nada ahora lo grupal se vuelve un escenario muy válido porque contrarresta todo el aislamiento toda la soledad que transitó el alumno durante la pandemia.

La realidad es que la formación docente de nivel superior es un proceso que lleva siempre tiempo de consolidación, de formación, y de integración de gran cantidad de contenidos de todo tipo: conceptuales, procedimentales, actitudinales. 

Por lo tanto en las prácticas docentes hay que combinar diferentes formas de acercamiento al saber, tanto presencial como virtual, el docente se vuelve un referente serio, responsable, comprometido para el alumno, que tiene que además unir el saber y el querer, o sea el conocimiento disciplinar y el deseo, la vocación, la entrega para que eso se vuelva una realidad.

Y fundamentalmente, el docente de hoy se ve muy interpelado a favorecer las expresiones de los alumnos que están muy mecanizados, muy afianzados en el uso de las tecnologías, y en muchos casos les falta fluidez verbal, expresión verbal, miradas, tonos de voz, formas de explicitar, o formas de dar a conocer lo que van aprendiendo.

Creo que las instituciones educativas, verdaderamente, son espacios donde se afianza la salud mental y la salud integral,  hoy por hoy con más razón las instituciones son reforzadoras de lugares de pertenencia, de posibilidades de proyección, de espacio de aprendizaje, en estos caminos de formación docente. Entonces en estas instituciones se puede pulir, fortalecer lo más sano del ser humano, es decir, su capacidad para entregar, para permitir el aprendizaje a otro, la capacidad para ser mejores a través de la enseñanza y el aprendizaje. Por lo tanto, las instituciones para mí son verdaderos escenarios donde es posible el cambio intelectual, cognitivo, vocacional, el cambio hacia la profesionalidad uniendo lo cognitivo, lo intelectual y lo emocional, todo eso debiera tener un instituto de formación docente.”

En el contexto de pospandemia, los docentes en los distintos niveles de la educación, ¿qué considera que han aprendido en la continuidad pedagógica llevada a cabo durante el 2020?

“Notamos que los alumnos aprendieron con muchas interrupciones. Hay muchas vivencias de aislamiento, de soledad, de escasa motivación, tanto hacia la lectura, hacia el uso de lo virtual, que en este momento presenta hasta cierta resistencia, y sobre todo por el efecto de la ausencia de lo social.

Tanto los alumnos como los docentes –expresan- que el aprendizaje sigue interrumpido, ha sido disruptivo, ha sido forzado, ha sido incompleto, con muchísimas sensaciones de marchar por un camino a medias, rápido, solitario, con serias dificultades en la contención, en la asimilación de contenidos, e incluso trajo aparejado que muchos alumnos decidieran recursar materias troncales para entender mejor y comprender mejor desde la presencialidad.

No obstante pudieron aprender bajo diferentes modalidades presenciales y virtuales, y todas sus metodologías, guías que hoy por hoy se han transformado en verdaderas herramientas para ellos en su futura práctica.

Además, otra consecuencia muy directa de esta pospandemia, es que alumnos y docentes están valorizando mucho más la presencialidad, valorizando el vínculo humano como garante de aprendizaje como algo irremplazable.”

En cuanto a las tecnologías digitales en las prácticas de la enseñanza de los docentes, la Licenciada Letizia especificó su rol, y detalló cuáles son sus intervenciones en las decisiones dentro y fuera de sus aulas.

“Las tecnologías, verdaderamente son medios, son un vínculo virtual, pero permitió lo real, facilitó la continuidad en la programación de los proyectos educativos, y hasta proyectos vitales, estas tecnologías han servido de medio para guiar, para orientar, para mostrar modelos, grillas, tutoriales; pero no obstante, no son suficientes para transmitir saberes, gracias a la experiencia, a las miradas, a la relación directa, que para mí esto es fundamental, o por lo menos transmite mucho más de lo que parece, han sido las tecnología las que, verdaderamente, soportaron, acompañaron, toleraron, posibilitaron, que no se interrumpieran muchos proyectos de vida referidos a la formación, al estudio, a los trabajos, a las posibilidades de nuevos caminos deformación.

Y los alumnos, como activos partícipes, también fueron al mismo tiempo, es lo paradójico de esto, que ya fueron aprendiendo bajo estas modalidades, otras herramientas para su futuro rol docente, para enseñar, para transmitir, para compartir...”

En el cierre, la Licenciada Fernández mencionó algunos de los talleres que se brindan desde el Servicio Psicopedagógico Institucional, y los desafíos que afronta el Instituto Montoya en el acompañamiento a los estudiantes.

“Actualmente, el Instituto Montoya, considera que es importante acompañar al alumno en distintos momentos de su formación, ha puesto mucho hincapié en el alumno ingresante ofreciendo talleres y espacios, dado que tiene que introducirse, aprender y organizarse en la vida del nivel superior. 

A raíz de muchos testimonios de alumnos, y también de algunos docentes y autoridades que planteaban” necesidades a cubrir en la etapa final de la Formación Docente, “realizamos talleres de acompañamiento para la Residencia Docente, que consideramos son fundamentales. En ellos ofrecemos ciertas herramientas para poder pensar en las fantasías, los miedos, las ansiedades, frente a esta práctica y frente a la futura próxima realidad. Fantasías que en general pueden ser ideales o destructivas, miedos a bloquearse, miedos a no planificar, a no alcanzar con el desarrollo conceptual, a no poder hacer frente a las demandas del grupo, o de la institución, o de la planificación, o de la evaluación en general.”

Los talleres, “son espacios donde verdaderamente se priorizan los aprendizajes individuales y sociales, se aprende mucho de la experiencia ajena, se revaloriza el saber y el aprendizaje que cada cual va haciendo a su tiempo, se dan recetas, algunas increíbles, magistrales, que como cada cual va afrontando sus distintas situaciones áulicas, son como experiencias emocionales, un poco correctivas y nuevas. Son verdaderos espacios de reflexión, se intentan momentos de clases de las cuales aprendemos. Intentamos hacer de los talleres como el efecto mariposa, que con nuestro aleteo en algún momento y en algún lugar del mundo docente, estamos dejando huellas, estamos ayudando a que los alumnos se sientan acompañados en su crecimiento.”

Departamento de Prensa y Comunicación Institucional

I.S.A.R.M.

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