17 de Diciembre del 2024 | Profesorados
Lengua y Literatura, una carrera con amplio campo laboral
IM: ¿Es difícil una carrera como el Profesorado en Educación Secundaria en Lengua y Literatura?
RS: Está la idea de que es un campo de conocimiento amplio, complejo y, por consiguiente, difícil. Una carrera para valientes. Pero en realidad no es tan así, porque nosotros trabajamos con el lenguaje y el lenguaje nos atraviesa a todos como seres humanos. Estamos constantemente inmersos en un mundo lingüístico y en contacto con nuestro idioma, con nuestra lengua, desde la más tierna infancia. En este contexto, la carrera y el profesor de Lengua y Literatura se vuelve central, para modificar la realidad educativa en torno a la alfabetización y las dificultades que esto presenta.
IM: ¿Esta preocupación por la alfabetización hace que, en algún punto, el campo laboral esté asegurado en el presente y en el futuro, no?
RS: Exacto. Hay muchas horas en las escuelas secundarias para la materia. En la modalidad bachiller está presente en todos los años, de primero a quinto. En la modalidad técnica tiene su particularidad, está presente en todos los años, menos sexto.
MDL: El profesorado, además, no solo habilita para trabajar en una escuela, sino que también se abren otras áreas como diarios, editoriales, trabajar en conjunto con diseñadores gráficos; o todo el campo de las redes sociales, porque eso también implica la necesidad de manejo de la lengua como habilidad básica.
IM: ¿Cuál es el encanto de enseñar? ¿Qué les deja enseñar?
RS: La docencia, siempre lo digo, es un acto de amor. Ponerse al servicio del otro, no? Poner un granito de arena para que la sociedad mejore. Hay algo de profunda realización personal en una profesión que se vuelve una vocación.
MDL: Creo que todos los que trabajamos en el Instituto Montoya, y los estudiantes que se forman acá en ISARM, comprenden que la docencia va más allá de un trabajo, podríamos decir, con un horario a cumplir… Sino que en el hecho de estar trabajando constantemente con personas y la interacción o vínculo que se genera con quien está enfrente, la vocación es fundamental.
IM: En ese sentido, ¿qué diferencia hace estudiar un profesorado de Lengua y Literatura en el Montoya?
RS: El que elige el ISARM para su formación, va a tener educación de calidad. Tenemos años de trayectoria en la Provincia de Misiones; los recursos humanos y materiales necesarios para llevar adelante su formación; el apoyo constante de toda la gente que forma parte de la comunidad educativa; y los valores cristianos, que son un pilar fundamental en la fuerza educativa que tiene el Instituto Montoya, pilares que nos diferencian de otras instituciones.
MDL: Los estudiantes son personas, no son sujetos simplemente. Cada uno tiene su historia de vida, que lo hace único e irrepetible. El Instituto Montoya se caracteriza por la mirada humanística.
IM: ¿Qué se aprende en los 4 años de cursada?
RS: En primer y segundo año hay materias del campo general y también del específico, que tiene que ver con leer y escribir, pero leer en el sentido más profundo de la comprensión del texto, de identificar las ideas principales, de cómo se construye un texto y cuáles son los conocimientos o habilidades básicos para producirlo y transmitirlo. Se escriben ensayos, informes, textos instrumentales, que son necesarios no solamente para la vida académica, sino también para el ámbito profesional.
MDL: A medida que el estudiante va avanzando en su trayectoria, se van complejizando y profundizando los contenidos. Otros son recurrentes, como las prácticas de lectura y escritura. Y, por supuesto, nuestro discurso específico es el literario. Así como cada carrera tiene su discurso específico, el nuestro es el literario. Entonces, todo converge hacia ese eje que es la literatura.
IM: ¿Cuál es la proyección de la carrera de un profesor de Educación Secundaria en Lengua y Literatura?
RS: El profesorado se plantea como una formación docente inicial. Pero sabemos que justamente, por la realidad del mundo de hoy, un docente no puede quedarse ahí. Entonces, el estudiante que termina el Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura puede continuar, por supuesto, su formación de grado con una licenciatura específica del área o puede también optar por alguna licenciatura en educación, o en gestión educativa, por ejemplo. También hay otros postítulos, un abanico de muchas posibilidades que el título del instituto habilita a cursar sin inconvenientes.
IM: ¿Qué podemos decirle al estudiante que termina el secundario y que tiene que elegir una carrera, un camino?
MDL: Desde lo anecdótico, me acuerdo que desde el primer año las profesoras (del Profesorado) nos preguntaban por qué habíamos elegido la carrera. Y les dí dos respuestas. Una fue aprender más de lo que me habían enseñado en el secundario, porque vengo de una escuela del interior donde por ahí quizás la materia no tuvo la importancia que yo hubiese esperado. Y, la otra respuesta, era comprender el lenguaje de los titulares de los noticieros, o ver o escuchar los discursos y entender en su totalidad qué querían decir. A mí, el profesorado en Lengua y Literatura me ayudó a eso; en lo personal, a desarrollar mi habilidad en la comprensión y la producción de cualquier discurso o texto. A leer entre líneas, algo siempre necesario.