20 de Noviembre del 2014 | Rectorado
“…una sociedad crece cuando es capaz de amar y donarse…”
Como cada año, desde tres puntos distintos de la Diócesis Posadas: Alem, Jardín América y Miguel Lanús, salieron en procesión los peregrinos el día sábado, 15 de noviembre, llegando el domingo 16 a Loreto, Centro de Peregrinación y Espiritualidad de la Diócesis de Posadas. Así se llevó adelante la XIII Peregrinación Anual, bajo el lema “Con María, en familia, vamos a Loreto”.
La comunidad educativa del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya participó acompañando desde la transmisión especial que se realizó por radio Tupambaé, algunos también caminaron y otros tantos se dirigieron en vehículos para compartir la Misa Central presida por Monseñor Juan Rubén Martínez.
Se realizaron tres misas, la primera fue a las 6 de la mañana, la segunda a las 9, presidida por Monseñor Juan Rubén Martínez y concelebrada por los sacerdotes y diáconos de la Diócesis. La última fue a las 15.
En la misa central Monseñor Juan Rubén Martínez destacó la alegría con la se vive ese encuentro en el Centro de Espiritualidad de la Diócesis de Posadas. Expresó, “estar juntos celebrando esta Eucaristía, celebrando al Señor. Cuántos motivos de gozo en nuestro corazón, vernos como familia…”. Asimismo resaltó que las familias se movilizaron de distintas formas para llegar a la “Casa de Nuestra Madre, que es Nuestra Madre desde hace siglos en las Misiones y fue muy lindo ver, sobre todo a los jóvenes, sumándose a la peregrinación”.
“Cuando estamos acá, estamos celebrando muchas cosas. Estamos celebrando hoy, especialmente a nuestros Santos Mártires, a San Roque González, a San Juan del Castillo y San Alonso Rodríguez, estas imágenes que nos recuerdan a éstos hombres que transitaron en estas tierras hace tantos siglos atrás. Uno de ellos, San Roque González, fundador de la ciudad de Posadas, que el año que viene estaremos cumpliendo los 400 años de la primera fundación, “La Anunciación de Itapúa”. Estos hombres trabajaron, dieron sus vidas y estuvieron hermanados con los indígenas de la época, crearon comunidades. Son emblemáticas sus figuras, anunciaron a Jesucristo y plenificaron las propias culturas con las que se encontraron, no las anularon. Las plenificaron porque juntos hicieron cosas grandes…”, recordó Monseñor Juan Rubén.
Durante la homilía además hizo referencia a la persona de Antonio Ruiz de Montoya, quien también trabajó mucho en las Misiones y cuyos restos descansan en Loreto.
Asimismo, el Obispo explicó que este recordar y celebrar nuestra historia, tiene que ver con “celebrar nuestra memoria, porque queremos en la memoria recrear nuestra identidad, para saber dar respuestas en el hoy de la historia, en lo que vivimos en nuestra realidad en este inicio del siglo XXI. Queremos con identidad, desde nuestros valores, desde nuestra cultura, responder a nuestro tiempo y nos alimentamos en la raíces, en nuestros antepasados, en la fe de éstos hombres que supieron vivir el amor, la donación, éstos valores que nosotros queremos también compartir y con los que queremos servir en este momento de la historia…”.
Rescató que el tema central con el que se llegó al Centro de Espiritualidad, con el que se trabajó en la preparación y se trabajará hasta la Navidad, es el de la familia. “Es un tema que estamos rezándolo mucho, porque sabemos que es clave en el corazón de nuestros pueblo y de nuestra gente. Siempre está presente este valor de la familia…Éstos mártires nos enseñaron lo fundamental, el amor…Ellos vivieron el amor, la caridad, la donación de verdad. Hoy se banalizan tantas cosas, hasta la palabra amor y ellos vivieron verdaderamente el amor cristiano, el que nos enseñó Jesús…. El amor que da la vida, que es solidario, que tiene en cuenta a los demás como sujetos dignos y no como objetos de consumo y de uso…”. En esta línea recordó que nosotros estamos hechos para amar y para crear vínculos profundos, “porque una sociedad crece cuando es capaz de amar y donarse…Y no cuando todos son objetos de todos y todos es exprés, hasta el amor…”.
También recordó que la preparación de todo implica a mucha gente que trabajó durante meses para poder llegar a la Fiesta que se compartió el 16 de noviembre. Agradeció a todos lo que hicieron posible la XIII Peregrinación y a los que se sumaron a la Misa en presencia física, como a los que siguieron a través de los medios. Por otra parte, expresó su gratitud al Vicegobernador de la Provincia, Licenciado Hugo Passalaqcua, y al intendente de Loreto, Francisco Aquino, que estuvieron presentes.