02 de Diciembre del 2014 | Rectorado
Una docente jubilada del ISARM recibió la distinción “Divino Maestro”
La Profesora Belky María Carmen Lago de Vitale, ex docente y asesora del Rectorado del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, recibió el pasado viernes 19 de septiembre la distinción Divino Maestro, premio instituido por el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC). La tradicional estatuilla se otorga como reconocimiento a la tarea de hombres y mujeres que, durante toda la vida, han dedicado sus esfuerzos a la educación como docentes en todo el país y son reconocidos por generaciones de estudiantes como auténticos maestros. El CONSUDEC premia de este modo a quienes, desde su compromiso de fe en el mundo, reflejaron en sus vidas su labor como notables educadores dedicados a la formación de niños y adolescentes en establecimientos tanto de gestión estatal como de gestión privada, en cualquiera de sus niveles de enseñanza.
En una conversación mantenida con Belky, ella manifestó, su gratitud por el reconocimiento, pero también la sorpresa con la que lo recibió, ya que “siempre realicé mi trabajo con dedicación y dando lo mejor para llevar adelante la labor para la que me había preparado”, aseguró. En el ISARM trabajan algunas personas que la tuvieron como docente o compañera de labor y la recuerdan con especial cariño y gratitud.
Durante la ceremonia el presidente del Consejo Superior de Educación Católica, Presbítero Licenciado Alberto Agustín Bustamante, consideró que la distinción Divino Maestro, es un premio a la memoria de tantos educadores que han dado testimonial servicio y vivieron con pasión educativa el mandato misionero de Jesucristo, el maestro, “vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Notica a toda la creación”.
“Bastará con que estemos atento a las presentaciones de los galardonados para constatar que ‘fueron a predicar por todas partes’”, destacó y enumeró algunos de los “milagros” que estos realizaron: “fundar obras educativas, rescatar vidas, curar heridas, promover dignidades, consolar angustias, acompañar soledades, ayudar a encontrar sentido, dignificar pobrezas, de fraternizar divisiones, sanar ignorancias”.
Tras subrayar que en esta fiesta de la Educación Católica Argentina se honra la vida de quienes “nos ayudan a nombrar las cosas y decirnos para qué sirven, exclamó: “¡Cuánto necesita la Iglesia y la Patria de esa memoria!”
“Como nos lo dice el papa Francisco: ‘¡Cuánto necesita la Iglesia recordar que está para la misión que la plenifica y no para el encierro que la enferma en internismos estériles! ¡Cuánto necesita la Iglesia recordar que la comunión alienta la misión y llena de gozo y que la fragmentación y la división esteriliza, amarga y genera pesadillas! ¡Cuánto necesita la Iglesia recordar que debe ser casa de la misericordia, ‘hospital de campaña’ para los rostros heridos y no edificio frío y esclerotizado habitado por doctrinarismos abstractos, y eticismos sin bondad!”, sostuvo.
Por último, el presbítero Bustamente insistió en exclamar: “¡Cuánto necesita la Patria hacer memoria del valor de la entrega y rechazar la cultura del capricho enfermizo, del individualismo posesivo y de la casi patológica búsqueda de los propios intereses! ¡Cuánto necesita hacer memoria del valor del encuentro, de la amistad social y rechazar la confrontación y la prepotencia! ¡Cuánto, hacer memoria de que siempre será realidad que estamos como estamos porque somos como somos y no por supuestas conspiraciones!”.
El texto completo de las palabras del Presbítero Licenciado Alberto Agustín Bustamante se encuentra disponible más abajo.
Trayectoria laboral de Belky María Carmen Lago de Vitale
Se recibió de Profesora de Matemática, Física y Cosmografía en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Paraná, provincia de Entre Ríos, en el año 1957.
Durante 5 años se dedicó a la docencia en escuelas primarias de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz y en la provincia de Entre Ríos, fue docente en escuelas rurales.
Luego se trasladó a Posadas, donde fue Profesora de Matemática en el Colegio Roque González”, en la Escuela Provincial de Educación Técnica Nº 1 y en el Bachillerato Humanista Moderno. Además, en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad del Nordeste fue Secretaria Docente y Rectora y Docente en el Instituto de Comercio “Santa Catalina”.
En septiembre del año 1967 comenzó su desempeño laboral en el entonces Instituto Superior del Profesorado Antonio Ruiz de Montoya. En esta Casa de Estudios fue docente en el Profesorado de Matemática, Física y Cosmografía, dictó las cátedras de: Análisis Matemático II, Didáctica y Metodológica, Metodología y Práctica de la Enseñanza y Geometría I. También fue Directora del Departamento de Matemática, Física y Cosmografía y Directora de Estudios. Hasta el año 1985 se desempeñó en la docencia y luego prestó servicios hasta el año 2000 como asesora del Rectorado del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya.
Fuentes de Información AICA (Agencia Informativa Católica Argentina), Dirección de Personal y Archivo del ISARM.