10 de Abril del 2015 | Rectorado

Se realizó el IV retiro de Equipos de Conducción

El día viernes 27 de marzo, la Secretaria Episcopal para la Educación Católica del Obispado de Posadas, realizó el cuarto retiro para Equipos de Conducción de Instituciones Educativas. La actividad se efectuó en el Salón Estrada de la Catedral “San José”. Asistieron Representantes Legales y  los integrantes de los Equipos de Conducción de las distintas instituciones católicas de la Diócesis. El lema convocante de este año fue: “Miren que estoy realizando algo nuevo ¿no lo notan?...” Is. 43,19.

La jornada comenzó con las acreditaciones, luego se realizó una animación y  se dio paso al trabajo reflexivo en grupos.  Este año los organizadores remarcaron que la idea era disfrutar el compartir y el intercambio de experiencias, es decir, generar un espacio que, muchas veces, con el trabajo diario es difícil de encontrar.  

El mensaje central de la jornada estuvo a cargo del Obispo de nuestra Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, quien destacó el hecho de recordar que nuestra vida es un llamado de Dios que nos Ama y por ello podemos hablar de vocación, porque “cada uno es llamado por Dios para una tarea particular”. Además, el Obispo Juan invitó a la reflexión sobre el sentido de la expresión “soy cristiano, soy católico” y propuso una serie de interrogantes: “… ¿Qué significa Jesucristo para nosotros? Esta es la pregunta, porque ser cristianos en primer lugar no es una norma, no es el cumplimiento de una doctrina. En primer lugar nuestra condición de cristianos es tener una relación personal con Él, con Jesucristo. Entonces, la pregunta es ¿nosotros tenemos este deseo? ¿Tenemos alguna comunicación con Él? Porque si no tenemos una presencia de un Cristo Vivo en nosotros eso no va a imprimir nuestro estilo de vida, ni va a imprimir nuestras características, opciones, la manera de vivir. Evidentemente si es meramente una doctrina o normas que cumplir, finalmente uno eso lo puede tener presente un rato, un tiempo…”.  Agregó que definirse como creyente en el Señor implica seguirlo y ser testimonios vivos de la Persona en la que creemos, porque hoy muchas veces la sociedad cuestiona que los cristianos no damos testimonio de nuestra fe, “… Somos la mayoría los cristianos, los católicos, pero después en la práctica vemos que no pasa nada, que todos los que se dicen cristianos, no inciden en sus ambientes y tenemos políticos cristianos, educadores y también comunicadores cristianos, pero después en la realidad seguimos percibiendo el flagelo de la corrupción, de la deshonestidad, de la falta de transparencia…tantísimas cosas que se dan en nuestros ambientes y decimos ¿cómo no es una sociedad que se llama tanto cristiana? Porque hay un desprendimiento entre lo que decimos que somos y nuestro estilo de vida y en gran parte esto se da porque nosotros no somos seguidores de Jesucristo, en realidad Él es un concepto, es una teoría, es una tradición familiar … Entonces este es un cristianismo a veces más cultural que vital”, sentenció el Obispo.

En esta misma línea, Monseñor Juan Rubén, aseguró que los que somos cristianos “queremos entender nuestra vida como una vocación, en primer lugar, porque la palabra vocación, ‘vocare’, quiere decir llamar, es un llamado. Nosotros somos Amados por Dios, pero Dios también nos llama a cumplir una misión…Dios nos da un Don, pero después ese Don debemos volcarlo a los otros, para darlo a los otros… y es lo que muchos no entienden, se quedan con el Don como un poder, se apropian del Don…La vida tenemos que entenderla como una vocación, vocación a ser varón y mujer, vocación a darnos como cristianos, a amar, porque es el rasgo de nuestra fe, amar, la fe no se alimenta sin el amor. No existe la fe si nosotros no amamos, esta fe se potencia con el amor. Por el contrario, diríamos, la autorreferencia, el buscarse siempre a sí mismo, el yoísmo, todo eso te hace profundamente infeliz…Cuando vos sos autorreferencial y querés que todo gire alrededor tuyo te transformas en un infeliz, esa es la realidad, siempre quedas insatisfecho…”

Finalmente aseguró que “…el docente está en lugar privilegiado para la donación y el amor… Ya que la primera pedagogía es Amar. Si amamos, ahí estamos ya generando una comunicación inigualable, esa es la realidad, y amar bien implica amar al otro, respetarlo, no tenerlo como un objeto, sino un sujeto profundamente digno de ser amado. El que lo tiene como sujeto al otro y no como objeto va a valorizarlo, va a esperar sus tiempos… Por eso es un estilo de vida. Este discipulado implica nuestro estilo de vida y nuestra misión en donde estemos y por supuesto también en la escuela…Hoy hay una gran carencia de amor, y ustedes lo saben mejor que yo. Si vos prestas más atención al chico más complejo que vos tengas, vas a captar que en el fondo tiene una gran carencia de amor de sus padres, de su gente. No quiere decir que tengamos que ser laxos, porque nuestra sociedad en vistas de esto muchas veces promueve el facilismo y la laxitud y eso lleva a una crisis de autoridad, pero aún corrigiendo se está amando y eso es lo que tenemos que hacer, amar y no ser indiferentes. Con la indiferencia ‘no me importas vos, yo vengo hago la mía, si me escuchaste me escuchaste y si no me escuchaste arreglátelas vos’…y así se genera una interrupción en la conexión, porque no hay amor. La indiferencia es exactamente lo contrario…Entonces digo, ser cristianos tiene que ver con un estilo de vida que tiene que impregnarnos…”.

Las actividades finalizaron con la celebración de la Santa Misa que se realizó en la Catedral “San José” y fue presidida por el Obispo Juan Rubén Martínez y concelebrada por el Presbítero Alejandro Cañete.

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