31 de Agosto del 2015 | Rectorado
Se realizó un nuevo acto de graduados del Instituto Montoya
En el Salón Auditórium del Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya” se realizaron dos actos de Colación para los egresados 2014–2015, uno fue a las 9.30 y otro a las 19.00. Acompañaron en la oportunidad autoridades de la Casa, la rectora del ISARM Magíster María Eva Lescano de Borkoski, la vicerrectora Licenciada Miriam Carolina Alves, el representante legal Doctor Jorge Emilio Luengo, y la secretaria académica Magíster Carmen Noemí Clérici, como así también directores de formación inicial, coordinadores de carreras, docentes y preceptores. Asimismo, participaron invitados especiales de otras instituciones, como ser miembros de la Gendarmería Nacional, del Liceo Naval Militar “Almirante Storni” y de la Policía de la Provincia de Misiones. Fueron los protagonistas, los egresados junto a sus familiares y amigos.
En la Sede Central, en Ayacucho 1962 de Posadas, cerca de 303 profesionales recibieron sus diplomas con una inmensa alegría por culminar esta importante etapa de sus vidas.
El Presbítero Gervacio Silva fue el encargado de realizar la oración por la mañana, y por la tarde la misma estuvo a cargo del Presbítero Julio Centurión. Luego se procedió a realizar la bendición de los diplomas y de las personas presentes.
En ambos actos se vivieron momentos de mucha emoción y regocijo, destacándose el reconocimiento a los mejores promedios.
El discurso de los egresados estuvo a cargo, por la mañana, de Karin Estefanía Kunkel, egresada del Profesorado en Inglés quien señaló “hoy, es para nosotros un día muy especial, hemos alcanzado la meta tan anhelada y no fue fácil el camino recorrido para alcanzar nuestros sueños de ser profesionales. Comenzamos una nueva etapa de nuestras vidas, nos llevamos recuerdos, amigos irreemplazables… Muchos tuvimos que dejar nuestras casas y nuestros pueblos, para poder venir a estudiar aquí, adoptando a esta institución como un hogar, como nuestro hogar. Aquí nos formamos no sólo como profesionales, sino también como personas capaces de enfrentar un mundo nuevo, desde una perspectiva profesional y con valores que nos permiten actuar como personas de bien, ante Dios y ante una sociedad justa… En nombre de todos los egresados quiero agradecer a esta Casa de Estudios en la cual nos formamos, a nuestras familias y amigos, por el apoyo la motivación y la confianza y a los profesores que, con dedicación, nos brindaron las herramientas para aprender… También los invito a agradecer a Dios por iluminar nuestro camino, por darnos la capacidad y la fortaleza para avanzar.”
Por la tarde, el discurso lo realizó Alejandra Belén Schimdt, egresada del Profesorado en Matemática, quien recibió una distinción de honor “premio al mejor promedio de la promoción 2014-2015” con 9,52 de promedio general. Comenzó diciendo que era un honor ser la encargada de dirigir unas palabras. “Hoy celebramos la culminación de una etapa de nuestras vidas, que representa el final de un camino recorrido, pero a la vez nos muestra cuánto nos falta aún por recorrer. Les propongo hacer una reflexión, para entender la diferencia entre los sueños y las metas. Un sueño es un punto de partida, es comenzar a imaginar algo que nos gustaría que alguna vez sucediera en nuestras vidas, en cambio una meta nace cuando decidimos que ha llegado el momento de comenzar a tomar acción para que ese sueño se convierta en realidad. Queridos compañeros, soñábamos con recibirnos y cumplimos con nuestra meta, con el precio justo del esfuerzo que necesariamente tuvimos que pagar, pero ahora corresponde soñar nuevamente, porque nuestra vida profesional es el camino que aún nos falta por recorrer. A todos mis compañeros egresados les deseo éxito en la profesión, que puedan honrar su vocación y que los valores humanos primen sobre cualquier otro valor, que la meta final sea la felicidad y la realización, pero sin olvidar que formamos parte de una sociedad y que tenemos una responsabilidad que cumplir…”. Reconociendo que el logro no es solamente de los egresados aprovechó la oportunidad para agradecer a la Institución que los recibió, a los profesores por todo lo que les enseñaron y a los familiares y amigos que acompañaron el proceso y que entendieron tantas ausencias.
La rectora del ISARM, también brindó unas palabras. Dio la bienvenida a todos los egresados al acto, en nombre de los integrantes de esta Casa de Estudios Superiores y les dijo “queridos egresados, hace algunos años, cuatro, cinco, quizás un poquito más, se acercaron a esta Casa con un pequeño sueño, obtener un título, tal vez sin saber muy bien cómo. En esta Casa, los hemos ayudado a dar a ese sueño el sentido de una meta… Hemos sido testigos del crecimiento logrado por ustedes en este ámbito académico. El adolescente, tal vez inseguro y temeroso de los primeros tiempos, se ha convertido en el joven profesional que mira con serenidad el fruto alcanzado y que cuenta con la formación necesaria para proponerse nuevas metas, para plantearse nuevos proyectos.
La vida ha sido generosa con ustedes, les ha dado la posibilidad de estudiar, les ha permitido obtener un título. No todos los jóvenes argentinos tienen ese privilegio, sean agradecidos por ello. El valor de la titulación que hoy reciben no radica sólo en la formación intelectual, muy importante por cierto, sino cobra sentido, fundamentalmente, en el trabajo académico en el que juntos hemos priorizado, a lo largo de estos años, tener a la persona como centro. Es decir, concretar una formación de calidad y excelencia con una fuerte impronta de contenido humano. Solamente a través de una sólida formación entregada al servicio del otro haremos posible una sociedad más justa, más equilibrada. Confiados en ustedes les pedimos que las vivencias compartidas en esta Casa potencien sus corazones y vayan a la vida con una hermosa actitud de entrega, esa actitud de entrega que los hará felices y plenos. Están preparados para ser excelentes profesores, fueron formados para ser excelentes técnicos, pero les pedimos especialmente que sean, en primer lugar y sobre todo, buenas personas, profesionales con auténtica vocación de servicio…”.
Sobre la titulación que estaban recibiendo remarcó que era “un reconocimiento que premia el esfuerzo realizado.” Finalmente los despidió diciendo “la sociedad los espera, la sociedad los necesita, confiamos en ustedes. Hasta siempre”.
Seguidamente la rectora procedió a tomar juramento a los egresados y luego el Coro “Padre Antonio Sepp” del Instituto, dirigido por los profesores Lucas Pérez Campos y Julián Texeira, interpretaron dos canciones: Romaría de Renato Teixeira en la versión coral de Iuri Bordón, y El Cosechero de Ramón Ayala, en la versión coral de Silvio Rolón. También hizo su presentación el Taller de Danzas Latinoamericanas, dirigido por la profesora Berenice Oliveira, quienes bailaron Canto al río Uruguay, un gualambao compuesto por Ramón Ayala e interpretado por el Coro del Montoya.
Como cierre del acto los nuevos profesores y técnicos recibieron sus diplomas de manos de los directores de formación inicial y coordinadores de las carreras. Con cada aplauso se puso de manifiesto el reconocimiento de los asistentes al esfuerzo realizado por los egresados para alcanzar una de sus metas.