09 de Septiembre del 2015 | Rectorado

El viernes 28 de agosto se realizó el acto de colación en la Sede Eldorado

La Sede Eldorado del Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”, realizó el viernes 28 de agosto en el Polideportivo del Instituto San José, lugar donde dicha Sede desarrolla sus actividades, el Acto de Colación de Graduados 2014-2015.

Fueron 26 nóveles egresados del Profesorado en Lengua y Literatura y del Profesorado en Matemática que recibieron sus diplomas con profunda alegría y satisfacción por la meta alcanzada. Compartiendo este hermoso momento con sus seres queridos.

Acompañaron la ceremonia autoridades de la Casa, entre las cuales estuvieron la Rectora Magíster María Eva Lescano de Borkoski; la Vicerrectora Licenciada Miriam Carolina Alves; el Director de Formación Inicial, a cargo del Anexo Eldorado, Prof. Hugo Javier Sánchez; las Coordinadoras de Carreras; Docentes; Preceptores, y demás personal de la Casa. También asistió la Rectora del Instituto San José, Licenciada Estela Peso, entre otros invitados especiales, los egresados, sus familiares y amigos.

La Licenciada Gladys Verón, Directora de Formación Inicial de la Sede, al estar de licencia médica envío un mensaje escrito para acompañar a los egresados en tan bello momento. “Quise estar presente hoy para repetir que la educación es el camino para una revolución de la paz. Para un verdadero cambio. Porque no hay nada más convincente y esperanzador que el testimonio de educar. 

Durante varios años, caminaron por estos lugares buscando llegar a este momento. Algunos de ustedes, son los primeros de su familia en obtener un título superior.

Nosotros, los docentes, nos atrevimos a inquietarlos para que vean más allá de los discursos negativos, de los obstáculos cotidianos y que no se queden en la crítica como observadores pasivos…

Pedimos que saboreen cada momento de la vida profesional desde una mirada humilde y amorosa hacia sus alumnos; que den testimonio de templanza y firmeza, que busquen, incansablemente, a Jesús en los otros.

Aunque cueste, aunque estén saturados, aunque les digan que todo da igual vuelvan una y otra vez a la etapa que transitaron en el ISARM para encontrarse con los ideales que los guíen.

Esta comunidad los acompaña hoy a cerrar una etapa para iniciar otra, en la que construirán la plenitud de enseñar desde una identidad profundamente cristiana.

Hasta siempre alumnos. Hasta siempre colegas.”

En el inicio del acto, se entonó el Himno Nacional y la canción oficial de nuestra provincia: Misionerita.

La invocación religiosa estuvo a cargo de la Hermana Licenciada Mariela Castellanos. La religiosa realizó la lectura bíblica del día y compartió reflexiones dirigidas especialmente a los egresados. Antes de la oración final, invitó a la Rectora del Montoya a encender una vela de la que los egresados luego prendieron sucesivamente la propia, en símbolo de multiplicación del saber que han recibido y que lo transmitirán a sus alumnos a través de la enseñanza en el aula.

Seguidamente, Elke Micaela Maidana, egresada del Profesorado en Matemática, dirigió unas palabras a los presentes en nombre de sus compañeros. Inició su discurso dando gracias a Dios por su ayuda para llegar hasta la obtención del título. Agradeció también a todas las personas “especiales para cada egresado, los que estuvieron ahí, los que se alegraban cada vez que aprobábamos un final y lloraban con nosotros cada vez que fracasamos…”. También manifestó su gratitud a los profesores, “ustedes fueron una guía para nosotros, compartieron no sólo su conocimiento, sino también su experiencia. Gracias infinitas por sus valiosos consejos. Gracias a todos los profes que, con su ejemplo, nos enseñaron la humildad (reconociendo sus errores cada vez que se equivocaron), la justicia, la honestidad, la paciencia y consideración hacia los alumnos… Gracias a aquellos que fueron exigentes, porque nos inspiraron a superarnos y dar nuestro máximo esfuerzo.

Gracias a los preceptores y personal del Instituto en general, por su amabilidad y buena onda de siempre…

Gracias a cada compañero que nos brindó su apoyo y ayuda en algún momento de la carrera, que entendían que el sol sale para todos, que si mi compañero gana, todos ganamos. Gracias a esos compañeros, que además de compañeros, supieron ser amigos. ¡Y qué amigos!...”.

La egresada también aprovechó la oportunidad para compartir un consejo con aquellos que aún están transitando su formación en la Sede Eldorado. “A los que aún no se recibieron quiero decirles que aprovechen, que valoren y disfruten intensamente de cada momento compartido con sus compañeros, que vivan su presente de tal manera que valga la pena ser recordado. Aprendan lo máximo que puedan de cada compañero, de cada profe, porque este es su momento, el momento de recibir todo el tiempo guías y consejos que los ayuden a pulirse como profesores; para que puedan salir a la vida con la confianza y seguridad de que ustedes cuentan con las herramientas para ser excelentes profesores.”

Finalmente a sus compañeros egresados los alentó diciendo “Miremos adelante con esperanza, y vamos con la seguridad de que si damos siempre lo mejor de nosotros mismos y actuamos con integridad y responsabilidad en nuestra función de profesor, que yo llamaría casi ‘misión’, las mejores bendiciones van a llegar a nuestra vida.”

La rectora del ISARM, también brindó unas palabras. Inició su discurso dando gracias a toda la Comunidad Educativa de la Sede Eldorado que hace posible que tantos jóvenes del Norte Misionero puedan acceder a una titulación de Nivel Superior. Dirigiéndose luego directamente a los egresados les dijo “hace algunos años, cuatro, cinco, quizás un poquito más, se acercaron a esta Casa con un pequeño sueño, obtener un título, tal vez sin saber muy bien cómo. En esta Casa, los hemos ayudado a dar a ese sueño el sentido de una meta… Hemos sido testigos del crecimiento logrado por ustedes en este ámbito académico. El adolescente, tal vez inseguro y temeroso de los primeros tiempos, se ha convertido en el joven profesional que mira con serenidad el fruto alcanzado y que cuenta con la formación necesaria para proponerse nuevas metas, para plantearse nuevos proyectos.

La vida ha sido generosa con ustedes, les ha dado la posibilidad de estudiar, les ha permitido obtener un título. No todos los jóvenes argentinos tienen ese privilegio, sean agradecidos por ello. El valor de la titulación que hoy reciben no radica sólo en la formación intelectual, muy importante por cierto, sino cobra sentido, fundamentalmente, en el trabajo académico en el que juntos hemos priorizado, a lo largo de estos años, tener a la persona como centro. Es decir, concretar una formación de calidad y excelencia con una fuerte impronta de contenido humano. Solamente a través de una sólida formación entregada al servicio del otro haremos posible una sociedad más justa, más equilibrada. Confiados en ustedes les pedimos que las vivencias compartidas en esta Casa potencien sus corazones y vayan a la vida con una hermosa actitud de entrega, esa actitud de entrega que los hará felices y plenos. Están preparados para ser excelentes profesores, pero les pedimos especialmente que sean, en primer lugar y sobre todo, buenas personas, profesionales con auténtica vocación de servicio…”.  Los despidió diciendo “la sociedad los espera, la sociedad los necesita, confiamos en ustedes. Hasta siempre”.

Luego la rectora procedió a tomar juramento a los egresados.

Para celebrar y homenajear a los egresados, se compartió la canción “Llegaremos a tiempo” de Rossana, que fue interpretada por la Profesora Camila Silveira.

Y a continuación alumnos de los Profesorados de Matemática y de Lengua y Literatura bailaron el chamamé Don Gualberto.

Como cierre los nuevos profesionales recibieron sus diplomas de manos de los familiares que eligieron para la ocasión, acompañados por los coordinadores de la Sede; simultáneamente los conductores del acto leyeron el motivo por el cual escogieron a ese familiar.

Para finalizar la noche se realizó un brindis con los presentes.

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