10 de Marzo del 2016 | Rectorado

Reseña breve del Ministerio Episcopal de Monseñor Juan Rubén Martínez en la Diócesis de Posadas

El 10 de marzo de 2001 iniciaba su ministerio pastoral en la Diócesis de Posadas, nuestro Obispo, Monseñor Juan Rubén Martínez, puesto en posesión por el Nuncio Apostólico Monseñor Santos Abril y Castelló, y acompañado de numerosos Obispos de la región y del país.

Luego de casi siete años de servicio a la Iglesia como Obispo de la Diócesis de Reconquista (Santa Fe) llegaba, con el lema “Predicando a Cristo Crucificado”, para asumir las funciones de pastor de esta porción de la Iglesia, que le fuera encomendada por el entonces Papa Juan Pablo II (hoy San Juan Pablo II).

Entre sus preocupaciones más urgentes estuvo la atención de las Parroquias y sus numerosas Capillas mediante el número suficiente de sacerdotes y la adecuada formación del Clero. Para ello resolvió promover las vocaciones sacerdotales y fortalecer el Seminario Diocesano “Santo Cura de Ars” con un renovado proyecto formativo y equipo de formadores y profesores preparados para una  formación específica y de excelencia de los futuros sacerdotes, dotando además al Seminario de la infraestructura edilicia necesaria.

Asimismo, en orden a promover la identidad del Pueblo de Dios y acompañar el proceso de conformación e integración en la unidad, animó el “Proyecto Loreto” con el fin de alentar la tarea de recuperar la memoria histórica de la primera evangelización y renovar las raíces de la fe cristiana. De este modo, se creó el Centro de Espiritualidad y Peregrinación de Loreto, constituyéndose la peregrinación anual a dicho Centro desde Parroquias y Comunidades a partir del año 2002 en un acontecimiento culminante de la vida diocesana.

Atento a las situaciones de precariedad y deficiente calidad de vida de tantas familias misioneras resolvió impulsar,  a través de Cáritas diocesana con la participación de Parroquias, Colegios y Movimientos, el gesto cuaresmal del aporte del 1 %  de los ingresos con el propósito de destinar estos recursos a la mejora  de viviendas; ya sea ampliándolas o arreglando sus techos y sanitarios. Dicha Colecta, al presente continúa, con el apoyo y acompañamiento de la comunidad en general que valora su objetivo y la eficiencia de las acciones.

Con el fin de afianzar la obra de la Educación Católica iniciada por Monseñor Jorge Kemerer, y de atender a la complejidad de la misma en las situaciones actuales, creó la Vicaría para la Educación Católica (hoy Secretaría Episcopal de Educación Católica); acompañó la gestión de creación y ampliación de los diversos Institutos con servicios, carreras, capacitación, etc. Particularmente alentó el espíritu de comunión y el acompañamiento a las Instituciones Educativas en la realización del proyecto educativo de la Diócesis mediante la Junta de Educación Católica. Un comentario aparte merece su incansable gestión con el fin de crear la Universidad Católica de las Misiones, brindando un decidido apoyo y compromiso personal para el logro de este proyecto soñado por Monseñor Kemerer, iniciado por la Fundación Jorge Kemerer y concretizado en su realidad actual por Monseñor Juan Rubén Martínez con el aporte de profesionales, medios e instituciones privadas y estatales que la hicieran posible.

Entre otras cuestiones, es importante destacar la visión y actitud del Obispo que, observando el crecimiento poblacional debido a las relocalizaciones y políticas que llevan a muchos a asentarse  en la ciudad, y considerando de modo particular la creación de numerosos barrios de viviendas, organizó la atención pastoral mediante  la creación de nuevas Parroquias, replanteando las jurisdicciones de las mismas y disponiendo una mejor distribución del Clero. Para ello, se fue afianzando el Seminario Diocesano y el Obispo consagró numerosos sacerdotes y diáconos permanentes, instituyó ministros, alentó la vocación y tarea de los laicos promoviendo su formación mediante la Escuela de Formación de Agentes de Pastoral y el Instituto de Teología y Pastoral.

Con motivo de los 50 años de la creación de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez promovió la realización del Primer Sínodo Diocesano (año 2007) de tal modo que la diversidad de la Iglesia Diocesana participe y ponga en común la riqueza espiritual y pastoral de quienes conforman la gran Familia/Pueblo de Dios al servicio de la evangelización, y se afiance el camino sinodal de comunión y participación. Para ir plasmando este espíritu de comunión se promovieron las realizaciones de las Asambleas Diocesanas y la conformación de los Consejos Pastorales Parroquiales.

Entre otras acciones destacadas en su ministerio pastoral se encuentra también su decisión de que la Solemnidad del Corpus Christi se realizara de una manera festiva, pública y comunitaria en la ciudad de Posadas, participada por Parroquias, Colegios e Instituciones.

Asimismo, teniendo en cuenta la diversidad de comunidades, situaciones y realidades en la Diócesis, con el fin de una mejor atención pastoral de los fieles,  promovió la creación de la Diócesis de Oberá y acompañó a su Primer Obispo, Monseñor Víctor Arenhardt en el inicio de la misma.

Llevó adelante estas valiosas acciones enumeradas con fuerza y entusiasmo, sin dejar de atender su responsabilidad propia de pastor y Obispo de una Iglesia que vive intensamente, demandando la presencia y acompañamiento del Obispo en tantos proyectos y acontecimientos, como en áreas, y actividades propias de una Iglesia con una gran riqueza por la diversidad de servicios en la evangelización y la caridad.

Que Jesús Buen Pastor lo bendiga, lo ilumine y fortalezca en el desempeño de su ministerio. Le conceda el gozo y la paz en el servicio pastoral.

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