30 de Marzo del 2016 | Rectorado

Se realizó la Primera Jornada Institucional 2016, en el marco del Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela”

El pasado miércoles 16 de marzo se llevó a cabo la 1º Jornada Institucional 2016, del Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”, en el marco del Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela”. En la oportunidad, por la mañana, docentes y alumnos de las Sedes Central y Campus se reunieron, inicialmente, en el Salón Auditórium del ISARM y luego continuaron el trabajo en las aulas de la Sede Central. Lo propio hicieron los que desarrollan sus actividades en la Sede Eldorado, en el horario de la tarde.

Los objetivos de la jornada fueron:

  • Reflexionar acerca del Año de la Misericordia e identificar gestos misericordiosos en la vida institucional.
  • Brindar información acerca del significado del misterio de la misericordia para poder vivirla y testimoniarla.
  • Avanzar con el desarrollo de las acciones concretas para iniciar la implementación de los planes de acción presentados en el año 2015.

Se comenzó con una oración al Espíritu Santo para que guíe la reflexión y el trabajo que se llevó adelante durante ese día. La invocación estuvo guiada por el Presbítero y Licenciado Sebastián Escalante, Coordinador y Docente del Profesorado en Ciencias Sagradas del Montoya. El sacerdote también invitó a los presentes a rezar un Padrenuestro e impartió la bendición de Dios.

Seguidamente la Rectora del Instituto, Magíster María Eva Lescano de Borkoski, dirigió unas palabras.  “En nombre de todo el Equipo de Gestión que me acompaña les doy la más cálida bienvenida a este primer día de trabajo institucional. Al mismo tiempo quiero expresar un saludo especial a la gente de Montoya Eldorado, que estarán trabajando esta tarde, y enviar un pedido especialísimo de pronta recuperación a su Directora, Licenciada Gladys Verón.

Iniciamos el año 2016 con esta primera convocatoria a la jornada que responde al Plan Nacional de Formación Permanente ‘Nuestra Escuela’. Retomaremos a nivel Institucional las acciones que, por políticas educativas nacionales hemos iniciado en el 2014, ustedes recordarán que el plan tiene tres años de ejecución, o sea que estaríamos transitando el tercer año. En tiempos iniciales de este plan, en el año 2014, como institución educativa, hemos asumido el desafío de aprovechar el espacio institucional, recuerden que lo resaltamos como valioso en esa oportunidad y también aseveramos que lo capitalizaríamos en beneficio de nuestra propia realidad buscando potenciar nuestra excelencia educativa.”

Continuó su discurso haciendo un repaso por las actividades que se llevaron adelante durante el año 2015. “…Recordemos que en las jornadas 1º y 2º tomamos como referencia el Bloque 2 del Plan Nacional de Formación Permanente, ‘Desafíos Políticos y Pedagógicos en el Nivel Superior. Las Regulaciones Federales del Nivel’; así en la jornada del 29 de abril trabajamos concretamente en la incidencia del sistema formativo en la trayectoria de los estudiantes del Instituto Montoya y su asociación con la práctica de la evaluación. Se trabajó de manera articulada con el Plan de Trabajo Institucional (PTI). En nuestra segunda jornada, la del 7 de julio, volvimos a tomar este tema del sistema normativo y la asociación con la práctica de evaluación, mediante la lectura y análisis de los regímenes académicos vigentes, que regulan la trayectoria estudiantil. Identificamos en este caso fortalezas y debilidades, mediante una rica discusión, a cargo no sólo de los profesores sino también de los alumnos de la Casa. De tal manera que tuvimos en nuestras manos y en nuestras mentes la posibilidad de opinar, discutir, decir, rectificar sobre el RAI y el RIA que son los reglamentos vigentes.

En la jornada del 18 de julio tomamos el Bloque 3, ‘Marco Político, Pedagógico y Normativo de los Niveles y Modalidades para los cuales forma el Nivel Superior. El derecho a la educación’. En esa oportunidad contamos con la iluminación temática del académico Horacio Torrendell, a partir de su reflexión, nos dedicamos a analizar nuestras propias realidades institucionales, respetando siempre las políticas vigentes del Estado, pero centrándonos especialmente en qué necesitamos nosotros como Montoya para crecer.

En la jornada del 23 de octubre, ‘La centralidad de la Enseñanza y el conocimiento en la configuración de las Trayectorias Escolares’, luego del procesamiento de las producciones generadas en cada una de las carreras, procesamiento a cargo de los Directores de Formación Inicial y de la Directora de Capacitación, se seleccionaron categorías de análisis más recurrentes y se elaboraron planes concretos de acción…

Finalmente en la jornada del 17 de noviembre, retomando esos proyectos, lo que hicimos fue socializar a nivel institucional, la presentación de dichos planes. Esta jornada nos permitió ver la diversidad de proyectos y de planes concretos que han surgido y la riqueza institucional que se pone en marcha a la hora de invitarlos a producir para crecer…”.

Respecto del trabajo que se llevará adelante en este 2016, la Rectora aclaró que si bien el nuevo Gobierno Nacional ha realizado ciertas modificaciones al Plan Nacional de Formación Permanente, las jornadas institucionales se mantienen.

“…Dentro de la información que llegó… hace pocos días a la Institución, destaco uno de los párrafos, que acompañan esta información, que dice ‘es fundamental que los directores puedan trabajar dentro del espacio de las jornadas institucionales los temas que le importan a la escuela, algunos plasmados en planes de acciones, otros enunciados en los informes como parte de los debates propiciados por otras líneas. Lo importante es posicionar a las jornadas como punto bisagra, es decir, un espacio y un tiempo concreto y real a partir del cual la institución habla, debate, planifica sobre eso que le interesa tratar, avanzar y transformar’, precisamente es esta línea de trabajo la que nosotros hemos elegido, hemos decidido seguir, mirar nuestra propia realidad, hablar entre nosotros, discutir, con una riqueza adicional en esta etapa, que es la participación activa de los alumnos.

Trabajaremos hoy… dos temas que son centrales a nuestra vida institucional: la identidad del Instituto Montoya y las acciones que impacten directamente en el mejoramiento de nuestra propuesta académica. Con respecto al primer punto, la identidad institucional, el Papa Francisco en la Bula Misericordiae Vultus convocó a un Año Santo de la Misericordia, que hemos iniciado el pasado 8 de diciembre; nuestro Obispo Diocesano en su Carta Cuaresmal nos invita especialmente a que profundicemos el tema de la Misericordia. El Montoya, como Escuela Católica, es parte activa y comprometida en la Misión Evangelizadora de la Iglesia. Seguramente hemos abordado ya este tema en otras oportunidades, todos recordarán que en el año 2014 tuvimos el acompañamiento del Doctor Fernando Fornerod, quien habló de la evaluación a la luz de la Evangelii Gaudium y precisamente uno de los aspectos sobresalientes de su exposición tiene que ver con la actitud misericordiosa ante la tarea de la evaluación. Por consiguiente es un tema que institucionalmente no nos toma de sorpresa, lo venimos trabajando. No obstante, es importante que nos sigamos interrogando acerca de cómo vivimos como Institución Católica este especial Año de la Misericordia. Al bucear hacia nuestro interior es posible que encontremos muchísimos aspectos positivos, como el que recién resaltaba, acciones que fortalecen nuestro corazón misericordioso, pero también es muy cierto que si nuestra mirada es aguda y crítica, podemos hallar aquello que nos debilita. Qué importante es entonces resaltar y enriquecer lo bueno, lo que nos hace fuertes, pero al mismo tiempo identificar y mejorar aquello que nos hace débiles.

Con relación al punto dos, acciones que impacten directamente en el mejoramiento de nuestra propuesta académica, retomaremos los planes de trabajo, proyectando concretamente lo que vamos a hacer en esta primera etapa del año. Es indudable que el Instituto Montoya lleva adelante una propuesta académica con mucha trayectoria, con mucha presencia. Hay datos que dan fe de esta aseveración, por ejemplo el hecho de que en este año 2016 nuestra  matrícula aumentara, la matrícula de ingresantes a eso me refiero, naturalmente estábamos preparados para una posible disminución ante la multiplicidad de ofertas Terciarias y Universitarias en el medio y más aún la multiplicidad de ofertas de las carreras de formación docente, muchas de ellas son iguales a nuestras propuestas… Sin embargo, los alumnos nos siguen eligiendo, el joven misionero tiene la mirada puesta en el Instituto Montoya. Esto nos lleva a asumir el compromiso de aprovechar al máximo estos espacios institucionales, como el que hoy tenemos, y seguir en nuestra línea de trabajo con seriedad, con responsabilidad, y sobre todo con el corazón y la mirada puesta en el futuro de ese joven que nos confía su formación. Por ello, trabajemos hoy unidos y en una verdadera actitud de encuentro, donde hay posibilidades de consensuar, pero también de disentir. Escuchemos al otro y expresemos nuestras ideas en una buena y feliz jornada de trabajo.”     

La iluminación sobre el tema de la Misericordia fue desarrollada por el Presbítero y Licenciado Sebastián Escalante, quien expuso sobre “El rostro de la Misericordia”.

Este Año de la Misericordia, es propicio para “aprender a mirar como Jesús y compartiendo esa mirada, ese modo de ver Misericordioso de Jesús, que es el Rostro de la Misericordia del Padre, traer un poco de alivio a este mundo que tanto lo necesita”, manifestó el Pbro. Sebastián.

Remarcó: “Es legítimo invitar a reflexionar de nuevo sobre Dios Misericordioso, el Dios rico en Misericordia. El Dios que nos consuela a fin de que nosotros por nuestra parte consolemos a otros… Quizás de eso se trate también la tarea educativa en esta época, dar fuerzas, dar ánimo, dar esperanzas, para decir no todo está perdido, hay que intentarlo una vez más.”

 “¿Por qué un Jubileo de la Misericordia? Porque necesitamos experimentar de nuevo la Misericordia de Dios. Y aquí automáticamente surge la otra pregunta ¿qué es la Misericordia?” La Misericordia en Dios “es un atributo divino y es signo de la fortaleza, hay una oración colecta de la Misa, muy bonita que dice: Dios Nuestro que manifiestas tu poder sobre todo en la Misericordia y el perdón. De manera que la Misericordia aparece como rasgo distintivo de su omnipotencia.

¿Qué significa Misericordia? La palabra latina misericordia… quiere decir ‘tener el corazón con los pobres’, ‘sentir afecto por los pobres’. Significa tener un corazón compasivo, este es un sentido humano, general de misericordia… No soy yo sólo, está también mi hermano, está el otro, en ese contacto de mirada, en ese compartir la mirada, como -se puede observar- en el ícono del año de la Misericordia, se resume de alguna manera la actitud a la que tenemos que tender.”

 “Uno de los principales objetivos de este Año Jubilar de la Misericordia es que […] sobre todo cada uno de nosotros, docentes, trabajadores de la educación, podamos hacer una conversión a Dios, que podamos hacer una experiencia profunda del amor y de la misericordia de Dios. Y desde ahí, poder ser también difusores de la misericordia divina porque nadie da lo que no tiene.

Citó del Documento de Aparecida, el capítulo “Algunos rostros sufrientes que nos duelen”, del párrafo 407 al 430, que plantea cómo “en nuestra realidad Latinoamericana nos encontramos con muchos hermanos y hermanas que sufren… a veces en la propia aula, en el propio instituto, en los pasillos encontramos muchos rostros sufrientes, que nos duelen.

Vinculó la Misericordia y la Educación, en la expresión “tenemos que recuperar lo que aprendimos en el catecismo, las Obras de Misericordia” Corporales y Espirituales. Resaltó las tres primeras Obras de Misericordia Espirituales: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, y corregir al que está en error, e invitó a reflexionar “¿estas Obras de Misericordia, no podrían resumirse de alguna manera en la tarea educativa que estamos llamados a llevar adelante?”.

Agregó “Hoy es más urgente aún poner misericordia en el ámbito educativo, por los estragos que está produciendo en muchos niños, en muchos jóvenes, nuestra época, no por falta de educadores nobles, que tengan compromiso, que tengan sincera vocación, que estén preparados profesionalmente, que tengan rectitud de intención también en esta tarea… No basta con buenos didactas, es necesario pero no es suficiente... Hace falta algo más, se necesita… Misericordia, porque es mucho lo que hay que restaurar. Son muchas las situaciones de dolor… que tienen nuestros alumnos, situaciones de muchas heridas, que nos toca sanar, necesitamos poner Misericordia, necesitamos poner el alivio que nos trae Jesús, como buen Samaritano… encontramos a muchos jóvenes, que aún en medio de la abundancia experimentan un gran vacío existencial; lo que el Papa Francisco llama periferias existenciales. Ahí –también- estamos llamados a encontrarnos con aquellos que sufren.”

Entre sus expresiones conclusivas, el Presbítero y Licenciado Escalante resaltó “El corazón sólo se perfecciona desde adentro,… es un momento propicio para que nos planteemos cómo estamos educando”.

Finalizada la iluminación se proyectaron dos videos del Papa Francisco, el primero con unas reflexiones sobre el Jubileo de la Misericordia y el segundo de la homilía del Papa en la Misa de Apertura del Año Jubilar de la Misericordia.

Seguidamente los docentes y los alumnos pasaron a las aulas para realizar el trabajo en comisiones divididas por carreras.

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