22 de Abril del 2016 | Centro de Pastoral Institucional

En el Montoya se realizaron dos Celebraciones Eucarísticas por la Pascua

El martes 12 de abril, a partir de las 9, en el Patio de la Sede Central, se realizó la Santa Misa de Pascua de Resurrección, fue presidida por el Presbítero Miguel Ángel Moura. El jueves 14, a las 17, se llevó a cabo la misma celebración en la Sede Campus y estuvo presida por el Presbítero Julio Centurión. Participaron autoridades, docentes, no docentes y alumnos de esta Casa de Estudios.

En la homilía, de la Sede Central, padre Miguel Ángel inició invitando a todos los presentes a que en el tiempo de Pascua nos animemos a decir “pongo mi vida en tus manos Señor y no es para poner nuestras vidas en manos de Dios cuando vienen los exámenes o tenemos que rendir y decimos ‘Señor por favor ayúdame, necesito’ y vamos a la capilla o al sacerdote y le decimos ‘padre ayúdeme’. Pongamos nuestras vidas en sus manos desde ahora, animémonos en este Año de la Misericordia…

Yo les puedo asegurar que si en esta mañana les pregunto, la Misericordia de Dios ¿cómo se manifiesta en ustedes? Seguramente tendremos que pasarnos el día escuchándonos unos a otros en las manifestaciones que el Señor tiene con nosotros, cómo nos gana y nos va ganando cada día en Misericordia. Porque por más malo que seas el Señor te vuelve a decir ‘Yo te perdono, yo no te condeno’. ¿Hiciste algo mal hoy, le faltaste el respeto a tus padres, le mandaste allá lejos a tus compañeros? Pero el Señor te sigue amando. Por eso quiere invitarte en este año, al comenzar el Ciclo Lectivo, en este Año de la Misericordia, a poder decir con el salmista, una y otra vez, ‘Señor pongo mi vida en tus manos’. ¡Sí, me lanzo a este año nuevo! Materias nuevas, los que están iniciando, compañeros nuevos y desafíos nuevos a conocer, hay que agarrar los libros y adentrarnos a un mundo distinto, pero hacerlo con esta confianza, poniendo la vida en manos del Señor... Desde este inicio de año decimos que vamos a poner verdaderamente de nuestra parte, vamos a dar lo mejor desde ahora y decir ‘desde este año quiero comenzar poniendo mi vida en manos del Señor’ y animarme a vivir un año nuevo distinto y animarme a los desafíos y a esperar que venga lo que venga...

…el Evangelio de hoy nos da la clave para poner nuestras vidas en las manos del Señor, para lanzarnos a vivir, en la carrera que estemos, poniendo toda nuestras vidas en manos del Señor, ¿por qué? Porque Él se quedó como alimento, porque Él dijo ‘Yo soy el Pan Vivo bajado del cielo y el que cree en Mí jamás tendrá hambre’. ¿Creemos en Él verdaderamente, en este Dios que nos Ama, que nos Salva? ¿Creemos que Él es el que nos Ama, el que nos da la Vida? Y el que nos da la fuerza, nos regala el Espíritu, para que podamos cada día responderle con fidelidad, con lo mejor, exigiéndonos también en los estudios, porque son nuestra responsabilidad y si no nos esforzamos después vamos a ser unos mediocres. ¡Poné tu vida en manos del Señor y animate a dar lo mejor en tu entrega, tu servicio para otros!…

Sentite bendecido por el Señor que te Ama, que te quiere, que te cuida, que te valora por lo que sos... Por eso, vuelvo a insistir con esto, animate con plena confianza y no esperes julio o diciembre para poner tu vida en manos del Señor. Animate hoy, 12 de abril, a decirle ‘Señor aquí estoy yo quiero poner mi vida en tus manos. No sé qué desafíos tenés para mañana 13 o para el mes próximo, pero yo me lanzo a vivir mi vida, este año, poniendo todo en tus manos. Confiando en que Vos me vas a dar la fuerza cuando esté allá en el suelo, cuando ya no tenga ganas y se vuelvan pesados los profesores, en casa tenga que estudiar o tenga que trabajar…’.

Yo hoy hago esta propuesta, hoy voy a poner mi vida en manos de Dios y te invito a este desafío, poner toda nuestra vida, todo nuestro caminar, nosotros como alumnos y también los profesores y todos vamos a poner nuestras vidas en manos del Señor y en Él nos confiamos y nos lanzamos a vivir, que sea Él que nos sorprenda en su Amor, en su Gracia y que seguramente en este Año de la Misericordia nos va… seguir mostrando que nos Ama…”.  

El padre Julio, en la Sede Campus, comenzó la celebración realizando una aspersión con agua bendecida, como signo de la purificación que Cristo Resucitado realiza en nuestras vidas. Luego, en el inicio de la homilía dio la bienvenida a los alumnos del Primer Año de los Profesorados de Química, Biología y los ingresantes de la Tecnicatura Superior en Actividades Físicas con Orientación en Musculación y Entrenamiento Personalizado. Agradeció a todos el haber elegido al ISARM para formarse.

Explicó que por ser un Instituto de confesión Católica se celebra la Eucaristía cada tanto, para fechas significativas en la vida académica e institucional y como el Tiempo de Pascua es muy importante para la Iglesia estábamos compartiendo la misa. En el Tiempo Pascual, “se quiere poner énfasis en que Cristo ha Resucitado y está en medio de nosotros. Este Cristo es el centro de la celebración, todo lo hacemos en nombre de Cristo, pero esta celebración va hacia Dios Padre por medio del Espíritu Santo, es decir que en cada celebración litúrgica la Santísima Trinidad está presente.

Yo creo que la lectura de hoy viene muy bien y para mí es una de las lecturas del Evangelio más bella. Dice Jesús, ‘nadie puede venir a mí, nadie se puede acercar a mí si no lo atrae el Padre que me envió’, es decir, que Dios Padre está presente acá con su fuerza misteriosa, escondida, atrayente y nos va uniendo alrededor de su Hijo Jesucristo. Él ha querido prepararnos la Mesa de la Palabra, la Mesa de la Eucaristía en torno a su Hijo y su Hijo no nos puede rechazar, porque somos regalos de Dios Padre para Él... En otro pasaje del Evangelio Jesús va a decir ‘el que vine a mí, no lo rechazaré’ y en otro momento va a decir, ‘Padre lo que tú me diste, te encomiendo a quién vos tú me lo diste’, diciendo que somos un don, un regalo del Padre para Jesús y Jesús a su vez es un regalo, un don para nosotros. Jesús es la expresión del Amor de Dios Padre para nosotros y nosotros somos la expresión del Amor de Dios Padre para Jesús. Por eso tiene otro nombre esta celebración, se llama Comunión, hay una Común-Unión entre Dios y nosotros…Pero también somos un don, un regalo de Dios para el hermano... Pero hay que recordar que no somos un paquetito envuelto, sino que debemos abrirnos, regalarnos a los demás. No podemos salir del Instituto Montoya sin que nos conozcan, es importante que pasemos por este Instituto haciendo que nos conozcan y conociendo, dejando huellas.

Necesitamos estudiantes que dejen huellas, que sean protagonistas. No mujeres y varones pasivos, si vos no le decís que hagan algo no lo hacen, si vos no ponés algo como obligatorio no lo hacen… hoy el Señor nos quiere pedir más, porque Él dio todo y la cruz nos recuerda eso. La cruz es un signo positivo, nos indica que siempre tenemos que apuntar a más, San Ignacio va a decir ‘al magis’, en latín significa al más, siempre más… Siempre hay algo para mejorar, para cambiar, para renovar, para purificar, siempre hay oportunidades para pedir perdón, para acercarse, para decir discúlpame, empezamos de nuevo, dame otra oportunidad. El signo de la cruz, es un signo victorioso, no es un signo de hombres tristes, sino de hombres que quieren mejorar cada día. Por eso vamos a pedirle a Dios que nos bendiga, que nos de fuerzas en este año académico y que nos instruya por medio de su Espíritu Santo a los docentes y alumnos...”

Antes de finalizar la Santa Misa en la Sede Campus el Coordinador del Centro de Pastoral Institucional del ISARM, Profesor Luciano Matijas,  presentó el trabajo que se realiza desde el Centro e invitó a los alumnos que cursan en la Sede Campus para que se sumen a compartir sus dones y carismas.

Concluidas las ceremonias, los participantes continuaron con sus actividades académicas.

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