12 de Agosto del 2016 | Rectorado
Solemnidad de la Asunción, en cuerpo y alma, de la Bienaventurada Virgen María
“…La Virgen Inmaculada, terminado el curso de su vida en la tierra fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo”. (Lumen Gentium, 59)
La Comunidad Educativa del Montoya, celebra con toda la Iglesia la Solemnidad de la Asunción, en cuerpo y alma, de la Bienaventurada Virgen María y recuerda que Ella “unida a la vida y obra salvífica de Jesús, nos colma de Esperanza en nuestro peregrinar hacia la Gloria eterna”.
María, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia
La Iglesia a través del Catecismo nos enseña que “‘Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte’ (LG 59; cf. Pío XII, Const. apo. Munificentissimus Deus, 1 noviembre 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos:
«En el parto te conservaste Virgen, en tu tránsito no desamparaste al mundo, oh Madre de Dios. Alcanzaste la fuente de la Vida porque concebiste al Dios viviente, y con tu intercesión salvas de la muerte nuestras almas (Tropario en el día de la Dormición de la Bienaventurada Virgen María).” (CATIC Nº 966)
Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica, http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p123a9p6_sp.html