19 de Septiembre del 2016 | Rectorado

El 17 de septiembre se celebró el día del Profesor

Con motivo del día del Profesor, que celebramos cada 17 de septiembre, la Rectora del Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”, Magíster María Eva Lescano de Borkoski,  escribió una carta de salutación dirigida a todos sus colegas profesores.

Debajo compartimos la misma.

 

 

Rectorado, 17 de septiembre de 2016

Cuando decimos casa, nos referimos a un lugar placentero…donde estar bien, encontrarse con uno mismo, sentirse parte de una comunidad. Aún más profundamente, casa es una palabra de sabor típicamente familiar que recuerda la calidez,  el amor, que se pueden experimentar en una familia. La casa representa entonces la riqueza humana más preciada, la del encuentro, la de las relaciones entre personas que son diferentes por edad, por cultura e historia, pero que comparten la casa y se ayudan a crecer”

(Papa Francisco, Ciudad del Vaticano, mayo 2013)

 

 

A los Profesores de Montoya:

El sentido esencial de este mensaje en el Día del Profesor es expresarles mi agradecimiento por elegir y pertenecer comprometidamente a nuestra casa, El Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya y compartir con Uds, queridos colegas, algunas reflexiones.

El crecimiento continuo al que toda institución educativa debe aspirar depende no sólo de estrategias de gestión, sino también y fundamentalmente de la voluntad de acompañamiento de todos y cada uno de sus actores institucionales. Este proceso implica necesariamente poner en ejercicio numerosas y diferentes acciones nutridas del máximo potencial de todos los animadores de la comunidad, proceso que, en nuestra realidad particular, se concreta a través de diversas actividades destinadas a  la formación de profesionales docentes y  técnicos en distintos campos del saber.

Actualmente, el Montoya ha tomado un ritmo particular y dinámico en virtud de una multiplicidad de situaciones de cambio. A modo de ejemplo cito, la implementación de los nuevos diseños curriculares con la pertinente adecuación de la normativa y las dificultades en su aplicación,  la puesta en marcha del Plan Nacional de Formación Permanente con demandas  nuevas y especiales provenientes de los cambios en la política educativa, en la mayoría de los  casos con pedidos de rápidas respuestas, que siempre se concretan de parte de Uds. con prontitud y excelencia  a fin de garantizar su  articulación y posterior concreción.

Efectivamente, en la coyuntura actual, al quehacer cotidiano se suman tareas urgentes, con necesidad de discusiones críticas y de discernimientos no siempre sencillos, sin embargo desde la gestión nunca tropezamos con negación o resistencia, al contrario  nos encontramos con docentes que se movilizan, se animan y responden con responsabilidad a los permanentemente renovados desafíos, colegas que comprenden el valor de un auténtico trabajo en equipo como núcleo del desarrollo institucional y del crecimiento personal.

Debo expresarles con orgullo que el plantel de trabajo permite que nos hagamos cargo de los cambios conservando nuestra seriedad, excelencia y jerarquía académicas, y sobre todo nuestra identidad de escuela católica.

Además,  una realidad que nadie desconoce es el hecho de que las demandas de ofertas educativas en el nivel superior en  nuestra región  han crecido bastante en estos tiempos, sin embargo el Instituto Montoya puede aseverar con satisfacción y con datos concretos que son muchos los jóvenes que año a año nos alientan confiándonos su formación. Vienen a nuestra casa con esperanzas y con certezas porque en este lugar de estudios encuentran como respuesta una sólida formación académica y profesional, resultado del trabajo responsable  de cada uno de los docentes que desde su lugar específico, acompaña  y contribuye activamente  a que cada  joven defina su actividad profesional futura a partir de la convivencia formativa en nuestra casa de estudios.

El quehacer es complejo y difícil y depende de muchas responsabilidades. En este sentido, creo muy  importante hacer un  reconocimiento especial, el día es propicio para ello, del  rol determinante que  ocupa cada uno de Uds., me refiero a todas  las personas involucradas directa o indirectamente en el accionar educativo diario del Instituto Montoya.

Esta es nuestra casa, en ella nos ayudamos a crecer, a aprender, y a trabajar unidos para lograr una auténtica síntesis entre fe y cultura, con la convicción de que este esencial objetivo solo se logra si hay armonía orgánica de fe, vida y cultura en todos y cada uno de nosotros.

Muchas gracias por formar parte importante y comprometida en la realización de esta casa, nuestra casa, El Montoya.

¡Feliz Día del Profesor!

 

 

Mgtr. María Eva Lescano de Borkoski

Rectora

Lista de Categorías