28 de Octubre del 2016 | Rectorado
Ramón Nicolás Cura presentó su libro “Relatos de Familia”
El jueves 6 de octubre desde las 18.30, en el Aula Magna del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, Ramón Nicolás Cura presentó su libro “Relatos de familia”.
El autor es sobrino de quien fuera el primer Rector del Instituto, Profesor Jalil Cura. En su obra relata aspectos de su infancia, adolescencia, juventud y adultez, entre los detalles comentó como recordaba haber acompañado a su tío en los inicios de la historia de nuestra Casa de Estudios. También hizo mención a la relación cercana de nuestro fundador, Monseñor Jorge Kemerer, sobre todo en momentos tan difíciles como le toco vivir cuando estuvo detenido durante la última dictadura militar argentina, “(…) en el año 1979 yo estaba en La Plata, en la Unidad Penal de La Plata y recibo una visita extraordinaria. ¿Saben quién fue a vernos o a verme diría yo? Monseñor Jorge Kemerer, yo nunca había recibido una visita de ese tipo y menos pensé que sería él y me dijo una frase, que hasta ahora la recuerdo, ‘Quedate tranquilo hijo mío, pronto vas a estar con nosotros’. Esa fue su palabra de despedida y ustedes saben que tres meses más tarde recuperé la libertad. Vine y me fui a saludarlo, estuvimos conversando muy bien y yo pensaba cuán diferente era todo y él me decía ‘qué lindo, qué bien se te ve’.”
Asimismo, en el libro comentó Ramón Cura que uno puede encontrar relatos de su vida en Canadá, el extrañar a los amigos y la familia, la decisión de volver a la Argentina para recuperar la cercanía con los afectos. A los asistentes, pero sobre todo a los estudiantes del Profesorado de Historia que estaban presente les expresó “Lo que quiero decirles es que es muy importante poder contar las cosas vividas, porque cuando nosotros desaparecemos nadie puede contar lo que vivimos. (…) yo quiero que despierte en ustedes el debate, la discusión, la comparación, que ustedes amen la historia y que la historia sea contada tal cual pasó. Estoy muy contento de estar vivo para poder decirles estas cosas. Imagínense si yo estuviera dentro de la lista de 30.000 desaparecidos (…).”
Antes de finalizar agradeció a las autoridades del ISARM por el espacio y por la continuidad de la obra del Montoya. También expresó su gratitud a los docentes, alumnos, familiares y amigos que estuvieron participando e invitó a que lean su obra, “El libro es muy divertido y atrapante, porque a cada uno de ustedes le pudo a haber pasado algo de lo que está allí. Les pido que lo lean y saquen lo mejor que encuentre. Muchas gracias”.