14 de Abril del 2025 | Iglesia Católica

Directivos y docentes del Instituto Montoya participaron del XIVº Retiro de Equipos de Conducción en Loreto

La comunidad Montoya acudió al llamado para hacer un alto, necesario para la reflexión, junto a directivos y docentes de otras instituciones educativas de la Diócesis de Posadas.

Directivos y docentes de instituciones educativas de la Diócesis de Posadas participaron del XIVº Retiro de Equipos de Conducción que, bajo el lema “La Fe y los otros”, se llevó a cabo en el Santuario y Centro de Espiritualidad Nuestra Señora de Loreto.

Por el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, estuvieron presentes el Representante Legal, Lic. Luciano Matijas; la Rectora, Mgtr. Natalia Navas; la Secretaria Académica, Lic. Alejandra Chuquel; la Secretaria Institucional, Esp. Carla Turco; las Directoras Pedagógicas Esp. Patricia Campuzano y Lic. Claudia Barreto; la Directora de Sede Campus, Lic. Patricia Melo; la Directora de Relaciones Institucionales, Mgtr. Claudia Enríquez, el Director de Asuntos Estudiantiles, Lic. David Ovelar; la coordinadora del  Departamento de Orientación y Acompañamiento Institucional, Esp. Julia  Perié, además de coordinadores y secretarios de las carreras docentes y técnicas del ISARM.

El encuentro fue organizado por la Junta de Educación Católica y la Secretaría Episcopal para la Educación Católica de la Diócesis de Posadas “Motivados por nuestro Padre Obispo Monseñor Juan Rubén Martínez y teniendo en cuenta la importancia que ocupa la reflexión en este tiempo”, según se destacó en la invitación.

Precisamente, fue Monseñor Martínez quien ofreció la charla central del encuentro, en la que subrayó: “Somos Pueblo de Dios.  Somos parte de una comunidad” y alertó sobre las consecuencias del individualismo, como un “flagelo” actual, presente en la sociedad.

Con anterioridad, El Presbítero Lic. Luis Alonso Freiberger, Presidente de la Junta de Educación Católica de la Diócesis de Posadas dio la bienvenida a los presentes, en la que ya adelantó, en relación con la temática “La Fe y los otros”: “Primero, somos comunidad (…) y segundo, somos agentes pastorales”.

Freiberger puntualizó que la misión de los agentes pastorales es “hacer presente a Cristo allí donde estamos (…) Encarnar las maneras de ser de Jesús en nuestro hacer cotidiano”.

Después de un momento de Adoración al Santísimo, Monseñor Martínez tomó la palabra, para centrar su charla en algunos conceptos ya aparecidos en su “Carta Pastoral de Cuaresma 2025: La Fe y los otros”.

En primera instancia, el Obispo se refirió a la importancia de hacer un alto, necesario para la reflexión.

“Qué bueno que nos podamos encontrar así, en este espacio tan querido, emblemático, en esta Tierra Santa, como es este lugar de Loreto. Con tanta historia, con siglos de historia. En este lugar donde anduvo Antonio Luis de Montoya, en las raíces entonces de nuestra evangelización (…) Hace 14 años, que venimos reuniéndonos para hacer algo diferente, si se quiere, a la cotidianidad en la que vivimos”, destacó.

Seguidamente, Monseñor Martínez, ya entrando en el desarrollo del tema principal convocante, en el marco de la Cuaresma y de la Semana Santa, llamó a efectuar un examen de conciencia que no consista meramente en enumerar “qué pecados tengo (…) No es tanto eso, sino revisarnos en orden a cómo está mi vínculo con Dios y mi vínculo con la gente. Ese es el examen de conciencia”, subrayó.

El Obispo explicó que “para vivir la Pascua” se deben dejar de lado cosas “que por ahí no están bien (…) Adicciones que tenemos” porque “a veces nos metemos en algunos pecados que se van haciendo adicciones y convivimos con normalidad con lo que está mal”.

Llegado a este punto, el Obispo alertó sobre las consecuencias del individualismo en nuestra sociedad.

“Dios nos da el don, pero no meramente para que lo disfrutemos como autosatisfacción (…) Nos da un don, pero quiere que ese don sea un puente a través del cual sirvas a los otros. Es así (…) Y hay mucho de individualismo (…) Está en nuestra época. Puede ser por nuestra sociedad muy mercantil, donde todo es oferta y demanda, donde todo es éxito y es como que podríamos equivocar incluso hasta los criterios de la educación si formáramos solamente para el éxito. Sería como un planteo mercantil”.

Y añadió:

“Observo que la fe de muchos está teñida de cierto individualismo, que se olvida que la Fe siempre tiene una dimensión social, eclesial y comunitaria (…) Si el encuentro con Dios es verdadero, en su matriz debe estar la dimensión misionera y samaritana. La experiencia de un Dios que nos ama misericordiosamente tiene que hacernos puentes del amor misericordioso de Dios a los más pobres, a los más excluidos y vulnerables”. 

Por último, el Obispo brindó ejemplos muy concretos de cómo aplicar todo lo mencionado a la vida cotidiana.

“Tenemos que ir a nuestros propios lugares, donde tenemos que irrumpir con esto del amor. El amor no es fácil, y no es un concepto, una palabra linda que pronunciamos, no tiene que ser eso. Tiene que ser algo que tratemos de vivir, de encarnar en lo concreto; en nuestras familias obviamente, pero también en nuestras comunidades educativas (…) Es un elemento esencial para irrumpir en situaciones, en el examen de conciencia en el que tenemos que discernir y decir: yo con este no ando bien, ¿qué puedo hacer para mejorar? Y la iniciativa tiene que ser tuya. Vos tenés que tomar la iniciativa para irrumpir con el amor. No, si el otro no me saluda, yo no lo saludo. Bueno, irrumpí vos, acercate con un mate. Irrumpí. Esa es la lógica del amor”.

Por último, Monseñor Martínez cerró su charla con la reflexión:

“Para vivir hay que morir a muchas cosas. Y así en la Vigilia, en el día Pascual, poder decir los aleluyas realmente de corazón”.

Tras la charla de Monseñor Martínez, la Santa Misa cerró el XIVº Retiro de Equipos de Conducción.

 

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