Güemes y los gauchos salteños en la gesta emancipadora

El ciclo de los bicentenarios de las independencias americanas, que se abrió en 2010 y se cierra en 2024 al cumplirse 200 años de la batalla de Ayacucho, constituye una excelente oportunidad para repensar nuestros orígenes, y reflexionar en torno a los protagonistas y los espacios donde se comenzó a gestar lo que hoy llamamos Argentina. El estado actual de la ciencia histórica permite un abordaje acorde a los tiempos que vivimos, con una mirada más inclusiva, atenta al antes poco visibilizado protagonismo de los sectores populares. Y permitiendo conocer el papel que jugaron regiones escasamente estudiadas, como el Litoral y particularmente Misiones.

En este contexto, el caso salteño es claramente excepcional, ya que, al igual que la Mendoza de San Martín, la Salta de Güemes y el protagonismo de los gauchos en la lucha emancipadora viene siendo estudiada desde hace mucho tiempo. Esto nos permite disponer de un importante cúmulo de estudios y miradas diversas.

Salta es hoy una provincia fronteriza como consecuencia directa de la revolución. En la época colonial, por el contrario, era el centro del Virreinato del Río de la Plata, a donde convergían pujantes rutas comerciales que vinculaban el puerto con el populoso mercado potosino, enriquecido por su producción de plata. 

Pero al estallar la revolución, el Alto Perú se ubicó entre las regiones leales a España, por lo que el límite de las Provincias Unidas del Río de la Plata pasó a ubicarse en la punta de las lanzas de los gauchos salteños. Sólo el coraje de los Infernales de Güemes impidió que los realistas tomaran la provincia, en la que importantes sectores de clase alta eran todavía afines al antiguo régimen.

Martín Miguel de Güemes supo convertirse en el líder carismático de los sectores populares, que aspiraban no solo a lograr la independencia sino también a mejorar su condición social al poder convertirse, gracias al apoyo del caudillo, en propietarios. El líder y las masas que le seguían lograron detener una y otra vez los avances realistas provenientes del norte entre 1814 y 1821, y esto tuvo también un importante correlato político: Güemes se convirtió en el primer gobernador de Salta no designado por el poder central, sino elegido por voluntad popular.

Las contradicciones sociales que se hicieron visibles con la revolución llevaron a los sectores de clase alta (comerciantes y hacendados) a buscar la alianza realista, y a apoyar la emboscada que terminó costándole la vida a Güemes hace doscientos años.

 

                                                                                                                                                                              Magíster Oscar Daniel Cantero

                                                                                                                                                                              Docente del Profesorado de Educación Secundaria en Historia -  ISARM