El ISARM celebró el egreso de nuevos profesionales en su año Aniversario

Momentos de gran emoción se vivieron durante los actos de colación de egresados 2024-2025 de las carreras dictadas en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (ISARM), el pasado viernes 22 de agosto.

Como ya es tradición, se llevaron a cabo dos ceremonias en el Salón Auditórium del ISARM, una destinada a los estudiantes que cursaron sus trayectos formativos en el turno mañana, y una segunda para los egresados del turno tarde.

En total, 362 nuevos profesionales egresaron del Instituto Montoya, entre docentes y técnicos, número que incluye a 28 estudiantes del Anexo Eldorado y de la Extensión Áulica Bernardo de Irigoyen, quienes recibirán sus diplomas el próximo viernes 12 de septiembre en un acto a realizarse en la ciudad de Eldorado.

Los flamantes profesionales, acompañados de familiares y amigos, fueron recibidos en el hall del instituto por sus preceptores e invitados a pasar al Salón Auditórium, donde todo estaba listo para el homenaje. Los locutores nacionales, Luis Cartazzo y Yamila Foleto, encargados de la conducción del acto, les dieron la bienvenida.

Tanto a la mañana, como por la tarde, tras la entonación de rigor del Himno Nacional y la canción Misionerita, los asesores espirituales Miguel Moura y Leandro Kuchak –respectivamente– realizaron una invocación religiosa y bendijeron los diplomas que después serían entregados.

Ambos presbíteros se dirigieron con palabras cálidas a los presentes y especialmente a los egresados, recordándoles la presencia constante de Dios en sus recorridos.

“Hoy recibirán el diploma. Un diploma que no es meramente un recuerdo para ponerlo en la pared, sino algo que debe alimentar constantemente el espíritu para decir: wow, tanto tiempo, tantas cosas y valió la pena. Y tiene que valer la pena, porque es por eso que seguimos un deseo, una vocación, una profesión, para lograr la felicidad tanto para nosotros como para nuestras familias. Y me imagino que aquí, junto a ustedes, estarán también sus seres queridos, las amistades que quizás ya tenían desde antes de venir al Instituto Montoya, y tantas otras que fueron forjando en el transcurso de los años… Y quisiera también recordar que alguien que los acompañó mucho durante este tiempo fue Dios”, destacó Kuchak.

A continuación, la egresada del Profesorado de Educación Inicial, Florencia Gisel Benítez, quien obtuvo el promedio de 9,81 en su recorrido académico, representó a todos sus compañeros al dirigirse a los presentes. “Hoy me toca cerrar un camino que comenzó hace cuatro años, cuando decidí iniciar mi formación docente. Entrar hoy al Instituto para mí es entrar a una casa, es entrar a un hogar. En estos años me sentí acompañada y contenida”, expresó.

Con vehemencia, Benítez recordó cómo se sintió durante su paso por el ISARM. 

“Desde el primer momento, al atravesar el hall del edificio, siempre nos recibieron con una sonrisa de bienvenida. Siempre todos, el personal docente y no docente, siempre con alegría y predisposición… Les guardo un profundo agradecimiento… Y al equipo docente del Profesorado de Educación Inicial, a veces las palabras no alcanzan: Ustedes no solo enseñan, ustedes transforman, caminan a nuestro lado, aprenden con nosotras y llevan su tarea con una humildad, empatía y entereza intachables. Nos enseñan desde el compromiso ético, desde la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Por eso me llevo de este lugar no solo saberes, sino la certeza de que la docencia es un camino que se camina con otros”, remarcó.

Seguidamente, la Rectora del ISARM, Mgtr. Natalia Navas entregó un diploma especial y una medalla a la flamante egresada, tras lo cual el Vicerrector del Instituto Montoya, el Lic. Javier Zago, apeló a la Filosofía para entrar en diálogo con las palabras de Benítez.

“Pensaba en una imagen, en la leyenda griega de la barca de Teseo... Cuentan que fue dejada en el puerto de Atenas como símbolo de la memoria viva de ese pueblo, después de muchos recorridos y viajes…  Pero con el paso del tiempo se iban gastando sus piezas y la comunidad las iba cambiando y reparando…  Hasta que un día ya no quedaba ninguna pieza original… Sin embargo todos seguían diciendo: esa es la barca de Teseo… Y la pregunta es, ¿por qué? ¿Seguía siendo la misma barca si ya no quedaba absolutamente nada de lo original? Bueno, porque lo que la definía no era el inventario de piezas, sino el rumbo, la travesía, la comunidad que la cuidaba. Análogamente (…) ojalá que en cualquier lugar donde les toque estar se note que ese saber que llevan es un saber que busca, es un saber que vincula, que no se encierra en sí mismo, sino que se convierte en un bien para otros. Y espero que cambien todo lo que deban cambiar y conserven lo que hace que continúen siendo ustedes, porque al fin y al cabo ese es el verdadero sentido de la fiesta que celebramos hoy, esa tranquilidad alcanzada y compartida”, subrayó.

Seguidamente, el Vicerrector tomó el juramento profesional a los egresados.

Además de Zago, acompañaron los actos, el Representante Legal del ISARM, Lic. Luciano Matijas; la Rectora, Mgtr. Natalia Navas y la Secretaria Académica, Lic. Alejandra Chuquel. También estuvieron presentes el Vicario General de la Diócesis de Posadas, Pbro y Lic. Sebastián Escalante; las Directoras Pedagógicas de los turnos mañana y tarde, Esp. y Prof. Patricia Campuzano y la Lic. Claudia Barreto; además de la Directora de la Sede Campus, Lic. Patricia Melo; la Directora de Asuntos Estudiantiles, Mgtr. Alicia Tetslaff; y la Directora de Relaciones Institucionales, Mgtr. Claudia Enríquez, junto a coordinadores y profesores de las carreras docentes y técnicas que se dictan en el Instituto Montoya.

Entre otros invitados especiales a la ceremonia, estuvieron la Rectora de la Universidad Católica de las Misiones, Mgtr. Ana Foth y el Vicerrector de UCAMI y Vicario Episcopal para la Educación, Pbro. Lic. Luis Alonso Freiberger.

En el final de la fiesta, el Coro “Padre Antonio Sepp”, formado por estudiantes y profesores del ISARM, bajo la dirección de los Maestros Lucas Pérez Campos y Julián Texeira interpretó diversas obras musicales, que fueron muy aplaudidas por los presentes.  Seguidamente, el Taller de Danzas, dirigido por los profesores y coreógrafos Berenice Oliveira y Leandro Acuña, presentó “Posadeña Linda” y “Aleluya”.

Después llegó el momento esperado de entrega de los diplomas, para lo cual los egresados fueron subiendo al escenario del Salón Auditórium, emocionados muchas veces al recibir de sus docentes formadores el reconocimiento a los años de haber compartido mañanas y tardes de aprendizajes y reconocer el final de una etapa para comenzar otra, de desafíos profesionales.