12 de Noviembre del 2014 | Formación Continua

La Licenciada María Josefina Llach disertó en el ISARM

La Licenciada María Josefina Llach, ACI, religiosa Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, disertó sobre “La Buena Noticia de la Sexualidad Humana”, el sábado 1 de noviembre, en el Aula Magna del Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”.

Con un discurso sencillo, claro y contundente la Hermana Josefina explicó que “La sexualidad humana es un encuentro de personas, es una forma de ser varón y mujer y después está todo lo que tiene que ver con la genitalidad…”, pero las cosa no pueden quedar reducidas sólo al sexo, porque eso sería dejar muy pequeña la sexualidad de las personas que es mucho más que lo genital.

Además, explicó que el fundamento de la sexualidad humana cristiana está en la Santísima Trinidad que se basa en el amor, la comunicación de ese amor entre las personas (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo) y la efusión o fecundidad de ese amor. “Así, nosotros no podemos ser felices si no amamos, si no comunicamos ese amor y si no nos multiplicamos”.

También destacó que “La sexualidad es la unión de los diferentes… No vale decir ‘nos perecemos en todo’, porque en ese caso estoy enamorado de mí mismo…Tenemos que amar al otro que es distinto a mí…”.

Recordó que  “Dios nos creó para ser felices y no para hacernos mal”, por ello no está mal pensar o hablar de la sexualidad, sino que lo que está mal es el pensar en el otro como un objeto que sólo sirve para satisfacer mis deseos. “Hay una comunicación constante entre el espíritu y el cuerpo y eso debe estar en el acto sexual, porque el acto sexual no es un ejercicio físico…La sexualidad en la comunicación más plena de dos personas… La sexualidad también está para integrarnos, para unirnos…Estamos llamados a establecer vínculos, que son relaciones estables…Cuando yo me acuesto con alguien es parte de algo que quiere durar en el tiempo, no es algo instantáneo o del momento…Por ello, la Sexualidad no puede pasar por fuera del amor, porque el amor es la forma de la sexualidad”.

Sobre el amor retomó las tres distinciones que trabajó Benedicto XVI en su Encíclica “Dios es Amor”:

El Eros: no elijo de quien enamorarme, me enamoro. “El eros surge de las entrañas y por eso se llama pasión. Pero el eros debe purificarse, es decir, pasar de esa pasión a ser integrado con la libertad, el te quiero debe transformarse en te amo. La pasión deja de pensar en el cuerpo, en el estar un rato, para querer a la persona toda.”

Ágape: es descubrir al otro como persona y llama a ocuparse de él. “Aspira a lo permanente y es camino permanente. Le quita instantaneidad al eros…Eros y Ágape no se pueden separar. El ser humano no puede vivir solo de ágape, sino que también necesita que el otro lo cuide.”

Filia: es el amor de amistad. “La educación sexual de los adolescentes no puede comunicarse en el inicio como la cama, sino que debe comenzar por la amistad… El amor de amistad es más libre…”

En relación con todo esto explicó que es importante enseñar a conducir las pasiones y la responsabilidad, “eso también es educar en el amor, para la sexualidad…No puedo hacer lo que quiero y porque sí…El respeto es la primera prueba del amor, no puedo amar si no respeto y el otro si me respeta me ama…El acto sexual debe estar arropado con todas estas cosas como son el respeto, el comprender al otro, el ser responsable, querer un proyecto de vida en común, crear vínculos, entre otros…Esto es lo que da la verdadera felicidad. El acto sexual se realiza con toda la persona y no sólo con el cuerpo o el alma…”.

El amor se va afianzando en el tiempo, con el noviazgo que luego llega al matrimonio, después los esposos se hacen padres, abuelos y continúan su caminar juntos hasta el final, porque fueron afianzando el vínculo gradualmente. En este sentido, la Herman Josefina manifestó, “Hoy por hoy el romanticismo está como pasado de moda, los jóvenes se preguntan ‘¿lo hiciste o no lo hiciste?’, todo pasa por el cuerpo y así la sexualidad queda totalmente reducida al sexo y no se percibe que es mucho más que eso…La sexualidad no es ni turismo (voy probando con diferentes personas que voy conociendo) y tampoco es deporte, es construir un vínculo y esto es mucho más serio. Las expresiones físicas son parte del vínculo, pero no es sólo eso…Para celebrar las bodas de oro, hubo que pasar 365 días por 50 años, es decir, todo comienza en el día uno y en cada día de aprender en el caminar juntos…”.

Para finalizar la charla volvió a poner énfasis en la expresión, “Hay que recordar siempre que la sexualidad es el encuentro de dos personas, no de dos gatos o perros, es un encuentro de personas, una comunicación profunda de las mismas…”

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