05 de Junio del 2018 | Rectorado

“(…) queremos vivir en una Argentina que no niegue el derecho humano más básico que proclama que toda vida vale.”

El sábado pasado 2 de junio, en la Cancha del Club Atlético Guaraní Antonio Franco, de la ciudad de Posadas, en una fría tarde, se celebró la Fiesta del Corpus Christi. El lugar se vio totalmente colmado, por lo que se puede asegurar que las condiciones del clima no afectaron las ganas de compartir la Eucaristía que tenía el Pueblo de Dios de la Diócesis de Posadas.

La Santa Misa fue  presidida por el Obispo diocesano, Monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por los sacerdotes de la ciudad Capital y Garupá.

Autoridades, docentes y alumnos del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya se hicieron presentes en el lugar asignado a los que llevaban la identificación del color amarillo.

En su Homilía Monseñor Juan Rubén manifestó la alegría de estar todos reunidos para celebrar a Jesús, el Pan Vivo, como ya se realizaba “hace siglos atrás en estos mismos lugares, en la tierra colorada”.

También Monseñor Martínez expresó “La Eucaristía es el momento culminante del Amor, cuando celebramos la Pascua, celebramos el Amor de Dios. De un Dios que nos Amó tanto que se hizo uno de nosotros, que se encarnó (…) y tanto nos Amó que dio su propia Vida por nosotros. Por eso la Eucaristía es aquello que expresa la necesidad de vivir la caridad y sobre todo de practicarla. (…) La Misa, la Eucaristía que celebramos, entonces, reclama de los cristianos un estilo de vida, ligado necesariamente a la caridad, a tener una referencia hacia los otros, a nuestros hermanos y de un modo particular la Eucaristía reclama que en nuestro corazón los tengamos a los más pobres y excluidos. (…)”. El Obispo continuó diciendo “En nuestros días experimentamos fuertemente la oposición, entre el humanismo cristiano y las posturas materialistas que niegan valores esenciales como la vida, la familia, la solidaridad y la justicia.(…) No es fácil, lo sabemos, no es fácil querer vivir como cristianos y tener este estilo de vida. Cada uno lo sufre (…) Es muy fuerte el individualismo en nuestra época. Entonces, en cada Eucaristía cuando Adoramos al Señor queremos pedir, fundamentalmente, esto que podamos en nuestro tiempo sobre todo vivir más la caridad.

En esta Eucaristía rezamos especialmente también por nuestra Patria para que tengamos una comprensión mayor y una defensa clara de la vida, de toda vida. El Cuerpo de Cristo es el Pan de Vida, queremos pedir por toda vida, pero especialmente queremos pedir por la Vida por Nacer. Lo dije varias veces, es increíble que en el Siglo XXI estemos discutiendo  si una humana, científicamente comprobada que se da desde la concepción, puede vivir o no. Rezamos fuertemente por esto, porque queremos vivir en una Argentina que no niegue el derecho humano más básico que proclama que toda vida vale. El Pan compartido en la Eucaristía de este fin de semana del Corpus Christi nos invita a poner en ejercicio la caridad como estilo de vida y como clave para la evangelización y humanización de la cultura y a pedir por el valor de la vida que nos permita ser una sociedad que vida más dignamente y con esperanza”, concluyó.

Luego de la Santa Misa, en procesión, detrás del Cuerpo de Cristo caminó el Pueblo de Dios junto al Obispo, los sacerdotes, diáconos y religiosas, hasta el atrio de la Iglesia Catedral, donde se realizó la bendición solemne con el Corpus Christi. Se rezó la oración por la Patria y se entonaron el Himno Nacional Argentino y la Canción Misionerita.

Nota: Se agradece las fotografías cedidas por la Lic. Silvia Zuzaniuk, Secretaria Académica del ISARM.

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