25 de Julio del 2018 | Rectorado
Renovemos la esperanza - #ValeTodaVida
Hoy la Conferencia Episcopal Argentina publicó la convocatoria de las Comisiones Episcopales mencionadas que propone “Una vez más queremos renovar la esperanza de que #ValeTodaVida, así como lo hemos hecho el 8 de julio reunidos a los pies de nuestra Madre de Luján, ante la posibilidad de que se sancione la ley que permita la despenalización del aborto en nuestra Patria.
En este momento tan decisivo, queremos asumir los desafíos de la vida vulnerada y renovamos nuestra opción de cuidarla, defenderla y servirla, buscando nuevos cauces pastorales que expresen el compromiso de la Iglesia.”
Compartimos debajo el documento completo extraído de http://www.episcopado.org/contenidos.php?id=1759&tipo=unica
Asimismo, en este contexto que estamos atravesando los invitamos a releer y reflexionar sobre la Encíclica Evangelium Vitae (Evangelio de la Vida), del Sumo Pontífice Juan Pablo II (San Juan Pablo II) del 25 de marzo de 1995, disponible en http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031995_evangelium-vitae.html, también lo hallarán para su descarga al pie de esta nota.
Como Comunidad Educativa Montoya les pedimos seguir unidos en oración para defender la vida, acompañamos la solicitud de la CEA y los exhortamos a rezar diariamente en familia la Oración por la Vida de San Juan Pablo II, que integra la citada Encíclica:
Oh María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.