20 de Diciembre del 2012 | Rectorado

Alumnos, docentes y personal administrativo del Instituto Montoya participaron de las celebraciones en Loreto

Cientos de personas, entre ellas alumnos, docentes y personal administrativo del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (I.S.A.R.M.) convergieron el domingo 18 en Loreto, en la 11º peregrinación convocada por la Diócesis de Posadas hasta la antigua reducción jesuítica.
Habitantes de ciudades y pueblos de la zona sur, pero también de la zona centro dijeron sí, de esta forma, a la propuesta de caminar "Con Fe, y de la mano de María”, hasta el centro de espiritualidad.
Alumnos de diferentes carreras que se dictan en el ISARM decidieron efectuar el recorrido a pie. Otros se sumaron en la mañana del domingo, viajando en colectivo.
Igual que en ocasiones anteriores, la columna principal – que partió el sábado 17 de la parroquia de Fátima, situada en Miguel Lanús, cerca de las 18:30– sumó, la participación de cientos de jóvenes que animaron la marcha, a lo largo de la ruta nacional 12.
Debido a la creciente participación, la columna se desplazó más lentamente que en 2012. Sobre las 22:30, los primeros caminantes fueron recibidos en Candelaria –hecho que se repetiría en todos los demás pueblos que cruzaron los peregrinos- con alimentos, agua y cánticos.
Bajo un cielo mayormente despejado, la procesión continuó desplazándose toda la noche, custodiada por integrantes de la Policía de la Provincia, Gendarmería Nacional y jóvenes servidores.  También acompañada por la transmisión constante de FM Tupambaé, que desde el 109.5 del dial, alentó la marcha con grupos de locutores y colaboradores de diferentes comunidades, que se fueron relevando en la tarea de animar a los peregrinos.
La llegada se produjo cerca de las7:30, momento en que los cansados pero felices caminantes buscaron lugares bajo los árboles para reponer energías.
La Misa central fue presidida por el Obispo Juan Rubén Martínez y concelebrada por todos los sacerdotes diocesanos al pie de la estatua de la Virgen de Loreto, de las imágenes de los Santos Mártires Juan del Castillo, Roque González y Alonso Rodríguez.

Momento especial

Un momento especial fue vivido durante la oración-plegaria en guaraní, cantada por el pai Seferino Piris, de la comunidad Pindoity de Hipólito Horigoyen.
Seferino habló de la retribución de las bendiciones divinas, traducidas en todo lo que existe sobre la faz de la tierra; rezó por la convivencia justa con el hombre blanco y les regaló la luz de Dios, a través del encendido del Cirio Pascual.
“Celebramos la fe, en este año de la fe, aquí en Loreto. Y no es casualidad. Este es el lugar donde se inició el anuncio de la fe, hace muchos siglos atrás”, destacó el Obispo en su homilía, para después preguntar a los presentes: ¿Pero cómo vivimos nuestra fe?
Monseñor Martínez subrayó que para decirse cristianos y para que esto no sea una simple fórmula hay que “amigarse” con Jesús.  “No se trata de una fe light. La fe se identifica con la Pascua. La fe es amar, se alimenta con el amor. No quiere vivir la Pascua el que no quiere morir a sus propias cosas, al individualismo, al consumismo, subrayó.
El Obispo también destacó que hacen falta testigos para evangelizar, como el padre Antonio Ruiz de Montoya o la recientemente beatificada María Crescencia Pérez.
 “Por eso venimos acá para hacer un compromiso, para renovar nuestra fe, porque necesitamos de hombres y mujeres que vivan de verdad el don de la fe”, concluyó.
El mensaje llegó a cada hogar, también a partir de la transmisión en vivo que hizo LT 85, TV Canal 12.
De esta forma, Loreto se consolidó aun más como centro de espiritualidad de la Diócesis de Posadas, un lugar hasta donde los católicos acudieron ayer, algunos para agradecer y otros para depositar ante la Virgen sus preocupaciones, problemas y proyectos.

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