17 de Abril del 2022 | Centro de Pastoral Institucional

Triduo Pascual

Triduo Pascual

El Domingo de Ramos inicia la Gran semana o Semana Santa. 

En estos días se destaca el Triduo Pascual: Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo.

El Evangelio de San Juan va mostrando, paso a paso, quién es Jesucristo y quién es el hombre. 

Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, lleva a cabo la obra salvadora de Dios de extremo a extremo.

Sabiendo Jesús que le llegaba su Hora, adelanta su Pascua con los suyos en el Jueves Santo. Sentado a la mesa Jesús les comunica sus sentimientos más profundos: el deseo de celebrar con ellos su Pascua (Paso), que su alma está agitada, que uno de ellos le va a entregar … Pero los discípulos no podían entender. Sin embargo, Jesús no se detiene. En medio de la Cena, instituye el bellísimo Sacramento del Altar. Dice, tomando el pan, “este es mi Cuerpo que será entregado por ustedes”, y lo mismo hace con el Vino, e inaugura la Nueva y Eterna Alianza sellada con su sangre. Y manda a sus Apóstoles “Hagan esto en memoria mía”. Por eso, la Iglesia, hace presente a Cristo por el poder del Espíritu Santo y de sus sacerdotes, ayer, hoy y siempre. Es que Jesús les da a sus Apóstoles el Orden Sagrado para que oficien el Memorial de su Cuerpo entregado y su sangre derramada en la Cruz. El amor fraterno, tiene un nuevo fundamento: “Ámense unos a otros como Yo los he amado”, es decir hasta el extremo y es el servicio.

Antes de la medianoche del Jueves Santo, Jesús es traicionado y apresado en el Monte de los Olivos, donde solía ir con sus Apóstoles. Es negado por Pedro tres veces como lo había anunciado … Antes que sucedieran estas cosas, Él reza a su Padre hasta sudar sangre: “Padre, si quieres, aparta de Mí este Cáliz, pero que no se haga Mi voluntad sino la tuya”. Jesús se entrega a la  muerte, siendo Inocente, por los pecadores, padeciendo un juicio injusto, lo acusan de blasfemo y de agitador político contra el César. Su Cuerpo es castigado con flagelos, es humillado, es coronado con espinas, le arrancaban la barba, le escupían en su Rostro, fue mostrado así todo herido y golpeado: “He aquí el Hombre”. Se oye: “Crucifícalo!!!”. Y Jesús carga con la cruz. Y a punto de morir, entrega su propia Madre a los suyos.

Al expirar, con un grito, dice:” Padre, en tus manos entrego mi Espíritu”.

Jesús es sepultado en un sepulcro nuevo y prestado.

Sábado Santo es un día de silencio y de espera.

La vigilia pascual anuncia en el Pregón: “Feliz culpa que mereció tal Redentor”. Esta es la Buena Noticia: Jesucristo ha Resucitado y venció la muerte que tenía cautiva a la humanidad. La vida eterna es ya la primicia de la Resurrección de Jesucristo, el Señor.

Que podamos vivir con Cristo su victoria sobre todo pecado y toda muerte y decir con alegría ¡Cristo Vive!

 

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