17 de Diciembre del 2014 | Rectorado
En Loreto rezamos por las familias para que sus vínculos sean sólidos
En la jornada del miércoles 10 de diciembre, se realizó la celebración en honor a María de Loreto, Madre del Pueblo de las Misiones. Se comenzó con una procesión desde el ingreso al Centro de Espiritualidad de la Diócesis de Posadas, durante la cual se rezó el Santo Rosario. Luego, cerca de las 9 de la mañana, se compartió la Santa Misa, que fue presidida por Monseñor Juan Rubén Martínez y concelebrada por algunos sacerdotes de la Zona Ruta 12 de la Diócesis. Asistieron una importante cantidad de personas de localidades cercanas y de Loreto, entre ellos se encontraba el Intendente Francisco Aquino. Desde el ISARM concurrieron algunas autoridades e integrantes de la comunidad educativa.
En su homilía Monseñor Martínez recordó que a Loreto vamos por distintas circunstancias durante todo el año, este año lo hicieron de un modo especial jóvenes de diversos institutos católicos que asistieron a jornadas de espiritualidad y oración y en esta oportunidad “estamos aquí para celebrar junto a nuestra Madre”, Ella que estuvo siempre, en el silencio, cerca de Jesús y también lo está cerca nuestro.
De un modo especial el Obispo invitó que mirar a la Familia de Nazaret, que vivió situaciones que fueron algo complejas y que nos enseñan a entender que “la vida no es fácil y tiene muchos momentos difíciles…”. Recordó también que Jesús nos la dio a María como Madre, cuando “Ella estaba al pie de la Cruz, junto al discípulo amado...Pero yo quería hacer una reflexión especial de la presencia de María, de José, de la Familia de Nazaret en los 30 años de silencio, de cotidianeidad, donde justamente se resalta el silencio de la Casa de Nazaret que se da en la vida de trabajo, en la cotidianeidad y fecundidad del Señor, junto a María y José, porque estamos aquí rezando especialmente por las familias…”.
Sobre las familias resaltó la importancia de la evangelización de las mismas. Aseguró que mucho se hace a través de la Catequesis Familiar y de las actividades del Secretariado para la Familia, pero aún falta y hay que trabajar los vínculos, para que los mismos sean sólidos, y se puedan recuperar los valores “de la solidaridad, del compartir, de la justicia, de la fidelidad, que está ligada al vínculo del amor …A María queremos pedirle especialmente por las familias y que podamos abrazar a tanta gente que pasa situaciones de dolor, le pedimos para que nosotros podamos abrazarlos y ayudar a fortalecer el vínculo del amor”, sostuvo el Obispo Juan.
Antes de finalizar la Misa, dos seminaristas que cursan el Ciclo Introductorio realizaron su Consagración a Nuestra Madre María, bajo la advocación de Loreto y también pidieron que Ella proteja y guie a todo el Seminario.