28 de Octubre del 2015 | Centro de Pastoral Institucional
Alumnos del Montoya recibieron el Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación
El día miércoles 14 de octubre a las 18, en el Aula Magna, fueron Bautizados 9 estudiantes del Montoya y, en la misma celebración, recibieron la Primera Comunión junto a 4 compañeros más.
La Santa Misa fue presidida por el Presbítero Julio Centurión. El sacerdote en la homilía destacó la alegría que significaba, tanto para el Instituto como para los Catequistas, que los estudiantes recibieran a Jesús, y agregó “conversando con cada uno de los chicos me di cuenta que el Señor hace mucho que los estaba esperando y preparando para este momento. No comenzó con la Catequesis de la que participaron, sino que el Señor hace mucho, con sus vidas, con lo que fueron pasando, los estaba preparando…Y hoy dan el paso, pero no un paso al vacío, sino que es un paso que damos con el Señor y Él se alegra y todos los Santos se alegran… Dios se alegra por esta fiesta y por pura Misericordia, por puro Amor, es que los quiere recibir…”.
A los jóvenes que tomaban los sacramentos el padre Julio también les dijo que no tengan miedo de abandonarse en las Manos del Señor, porque Él es todo Amor y siempre los esperó. También les recordó que todos necesitamos de Dios y a todos los presentes les pidió que repitan el Salmo: “sólo en Dios descansa mi alma, porque Él es mi roca salvadora”. El sacerdote invitó a no olvidarse que sólo en el Señor podemos descansar, “cada vez que estoy cansado, fatigado, angustiado qué bueno es decir esta jaculatoria ‘sólo en Dios descansa mi alma’, porque fuimos hechos para pertenecer a Dios y por eso celebramos estos Sacramentos...”.
La semana siguiente, el miércoles 21 a las 21:30 en la Iglesia Catedral “San José” de manos del Obispo de la Diócesis, Monseñor Juan Rubén Martínez, los jóvenes recibieron el Sacramento de la Confirmación junto con los miembros de la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Posadas. En total fueron 41 los Confirmandos. Los Presbíteros Julio Centurión y Gervacio Silva concelebraron la Santa Misa.
En la homilía Monseñor Juan Rubén Martínez hizo referencia a la importancia de la preparación previa para recibir un Sacramento, “la Iglesia siempre nos pide una preparación, porque lo que vamos a recibir es un Don de Dios, que nos ayuda a caminar y para poder recibir un Don, siempre tratamos de prepararnos, porque es una fiesta y como cualquier fiesta para la que nos preparamos, también debemos hacerlo al recibir un Sacramento…Todos nos preparamos, por ejemplo para recibir el Bautismo hay encuentros pre-bautismales, para el Casamiento hay encuentros pre-matrimoniales, hasta los sacerdotes nos preparamos para el Orden Sagrado y lo hacemos porque son momentos fuertes y después hay que vivirlo al Sacramento recibido. La preparación es más que aprender algunos conceptos, está esto por supuesto, pero es más. Es un camino donde nosotros buscamos amigarnos con Jesús, tratamos de ser discípulos y discípulas de Él, de Jesucristo el Señor. Amigarnos implica tratar de conocerlo y lo hacemos a través de nuestra experiencia espiritual, cuando rezamos, cuando leemos la Palabra de Dios y sobre todo cuando tratamos de practicar la Fe, porque sólo cuando hacemos esto empezamos a conocer lo que Él nos quiere enseñar…”.
Del Sacramento de la Confirmación que los jóvenes estaban por recibir el Obispo les explicó que por medio del mismo pasaban a ser testigos del Señor, “y el testigos ustedes saben lo que es, es el aquel que vio algo y después lo cuenta, pero cuando alguien trata de contar algo que no vio, decimos que es un testigo falso, porque cuenta lo que no vio. Nosotros tenemos que ser de Jesucristo y para ello tenemos que desear tener una experiencia de amistad con Jesús…Si a nosotros nos preguntan si somos cristianos, muchas veces decimos que sí, pero esto no es meramente un título, ser cristianos es tratar de amigarnos con Jesús, creer en Él, y esto es lo que obra el Espíritu Santo, que tengamos una Fe viva en Él en nuestro corazón…y que entendamos que debemos ser servidores de nuestros hermanos, no buscar los primeros lugares…”. Monseñor Juan Rubén, explicó que esto de ser servidores, de ser testigos y discípulos fieles muchas veces nos cuesta, porque somos pecadores, pero eso también les pasó a los Apóstoles, por eso es que Jesús nos envío el Espíritu Santo, para que Él nos ayude. “Nosotros podemos ser seguidores y testigos del Señor porque Él pone su Gracia, porque el Espíritu Santo entra en nuestro corazón, en nosotros... La Fe cristiana nos dispone a la pequeñez, a la humildad, a amar y esto es lo que nos caracteriza a los cristianos tener una Fe que ama y es donde nosotros podemos probar nuestra fe, en el cómo amamos, porque estamos llamado al amor solidario, al que respeta a los demás…Y esto lo aprendemos de Jesús, porque Él tanto nos Amó que se dio por nosotros, ese Dios que se hizo pequeño, que nació en un Pesebre, se hizo Hombre y dio su vida por nosotros porque nos Amó y ese es el testimonio de amor que necesita nuestro mundo…En este amor verdadero está la clave de la felicidad, en ese amor que es capaz de darse por los otros, que respeta a los otros…Ojalá que podamos amar así y que nos abramos a la obra del Espíritu Santo…”.
Antes de realizar la Confirmación el Obispo explicó a los presentes todos los signos de la ceremonia.
De las celebraciones participaron autoridades del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, docentes, alumnos, integrantes del Centro de Pastoral Institucional, familiares y amigos de los jóvenes que recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana.