En noviembre se realizará la XIV Peregrinación a Loreto

El sábado 14 y domingo 15 de noviembre se llevará a cabo la XIV Peregrinación Anual al Centro de Espiritualidad de la Diócesis de Posadas denominado “Nuestra Señora de Loreto”, sito en la misma localidad de Loreto. Este año el lema convocante es “Con la tierna mirada de María, ¡vamos a Loreto!”. Como cada año, desde Alem, Jardín América y Posadas, saldrán los peregrinos el día sábado 14 de noviembre, llegando el domingo 15 para compartir las celebraciones que están organizadas en dicho lugar. 

El Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya participará, como todos los años, de la Misa Central que se realizará el domingo 15 a las 9 y por ello saldrá un minibus con capacidad para 19 (diecinueve) personas desde esta Casa de Estudios, ese mismo 15 de noviembre a las 7:15. Los interesados en participar deben comunicarse por correo electrónico a svenanzi@isparm.edu.ar, consignar nombre, apellido y número de documento para reservar un lugar. La confirmación de los lugares puede realizarse hasta el miércoles 12.

 

Reflexión del Presbítero Ángel Rojas

“Bajo la tierna mirada de María, vamos a Loreto”

A más 400 años de la fundación de la Reducción de Nuestra Señora de Loreto,  y de la gesta misionera del Padre Antonio Ruiz de Montoya, testigo de la fe y custodio de la dignidad de sus hermanos, nuestra Iglesia diocesana de Posadas se pone en camino, en peregrinación hacia aquél lugar significativo en la conformación de nuestro ser y nuestra identidad como pueblo nacido de las Misiones.

En pleno siglo XXI también sentimos la necesidad y el gusto por peregrinar, y lo hacemos con la certeza de alcanzar aquello que buscamos como  aquellos Mbyá Guaraníes, peregrinos en busca de la tierra sin mal, como aquellos creyentes que se ponían en camino al Templo en Jerusalén con el deseo de  alcanzar la Morada de Dios y vivir en su presencia, como aquellos discípulos que se volvían a Emaús, con semblante triste y corazones lastimados y se dejaron sorprender por Jesús que se les puso a la par en el camino y al fin les abrió los ojos cuando partió el pan para ellos.

Como tantos hombres y mujeres, jóvenes y adultos, de toda condición y en cualquier pueblo y nación que caminan por la vida buscando la paz, anhelando la justicia y trabajando por ella, soñando la llegada de lo nuevo para la humanidad, así también con la certeza en el corazón de que sólo buscando se encuentra, pidiendo se recibe y llamando se nos abre la puerta, acompañados por la tierna mirada de María, nuestra Madre, nos ponemos en marcha pues nos reconocemos peregrinos, caminantes, buscadores.

Nos vamos a Loreto no para fijar la mirada en el pasado, ni para aferrarnos a la nostalgia o la melancolía de otros tiempos, ni siquiera para rendir culto a nuestros antepasados que forjaron en algún modo nuestra identidad y soberanía como pueblo.

Vamos porque sentimos que caminar es algo propio de nuestra condición, que no podemos instalarnos ni fijarnos en la historia y en ese camino como creyentes o abiertos para serlo, buscamos volver a la experiencia del encuentro con Jesús, el Señor de la historia, que ilumina nuestros pasos, da sentido a nuestras vida, nos fortalece en la debilidad, nos da confianza en las pruebas, nos auxilia en la necesidades, al fin es el Maestro y Señor que nos llama a seguirle para construir la historia con Él.

María, ha puesto su mirada en nosotros,  y con ternura nos acompaña desde hace más de 4 siglos llevándonos al encuentro con Jesús, ayudándonos a vivir con la fuerza de Jesús y de su Pascua, nos enseña y acompaña para que aprendamos a vivir en familia cuidando unos de otros, permanece junto a nosotros en las prueba y el dolor en el camino, que aunque haya en él un Calvario sin embargo siempre culmina en la Resurrección, en la Pascua, en la Vida plena, digna y feliz que nos da Jesús.