14 de Junio del 2016 | Centro de Pastoral Institucional
“…la Eucaristía nos refleja el amor donado, la caridad y la misericordia…”
El sábado 28 de mayo, en el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, de la ciudad de Posadas, se celebró la Solemnidad del Corpus Christi. El lugar se vio totalmente colmado, incluso en los alrededores del predio también se ubicó el Pueblo de Dios para compartir la alegría de la presencia del Señor en el Santísimo Sacramento. La Santa Misa estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, y fue concelebrada por los sacerdotes de la ciudad Capital y de Garupá.
Autoridades, docentes y alumnos del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya se hicieron presentes en el lugar asignado a los que llevaban la identificación del color amarillo. También en la oportunidad integrantes de esta Casa de Estudios Superiores colaboraron con la animación inicial.
En su Homilía Monseñor Juan Rubén manifestó la alegría de estar todos reunidos para poder agradecerle a Dios su presencia y su cercanía. Explicó también que celebramos el Corpus Christi porque “…hay muchas presencias, el Señor se hace presente y está vivo en medio nuestro, pero esta Presencia del Él en el Pan y el Vino, que se hacen el Cuerpo y la Sangre del Señor, es una Presencia sencilla, concreta, que quiso estar en medio nuestro… y por eso hoy nos reunimos todos, en este lugar, para celebrar al Señor y su Presencia con mucha alegría...
Tenemos que decirle un Amén a Dios porque nos Ama, porque se hace presente en ustedes de tantas maneras, pero especialmente en la Eucaristía y lo hacemos también, por una parte, como preparándonos para celebrar el Congreso Eucarístico que se va a celebrar en Tucumán dentro de poco tiempo... Y ese Congreso Eucarístico que se hace en Tucumán no se hace por casualidad en allí, sino porque es donde celebraremos también el Bicentenario de la Independencia. Nos unimos y nos preparamos para celebrar ese acontecimiento Eucarístico en la Argentina, porque queremos rezar por nuestra Patria, en este Bicentenario de la Independencia y lo hacemos desde acá, en esta tierra, nuestra tierra de las Misiones. Lo hacemos desde este lugar donde quisimos retomar la memoria de nuestros queridos Mártires, Roque González y sus compañeros Mártires, Juan del Castillo, Alonso Rodríguez. Ellos celebraban en las comunidades indígenas el Corpus de una manera diferente, significativa y hemos retomado esa memoria y tenemos que agradecerle a Dios que también podamos celebrarlo así con alegría, con gozo...”.
El padre Obispo también se refirió al compromiso solidario que debemos tener cada uno de nosotros, sobre todo con nuestros hermanos más necesitados, “…La Eucaristía es el momento culminante del Amor, de la donación Pascual de Jesucristo, es aquello que expresa la necesidad de vivir en la caridad, pero sobre todo practicarla… La caridad es el fundamento del amor solidario, tan necesario como aspecto de la espiritualidad de todos los cristianos, de otra manera no podríamos entendernos en nuestra fe sin la caridad. Así, nuestra fe es probada por el amor, si amamos podemos manifestar que tenemos fe. Esto necesariamente nos cuestiona, nos cuestiona el pedido que Jesús le hace a los Apóstoles en el Evangelio de este domingo, donde Él dice ‘denles ustedes de comer’, este pedido resuena especialmente en este Año de la Misericordia ‘denle ustedes de comer’… por eso la Eucaristía nos refleja el amor donado, la caridad y la misericordia. Y nosotros queremos tener especialmente presente este tema de la caridad y de la misericordia en esta Eucaristía, porque la caridad implica que nos cuestionemos cómo vivimos en el amor los cristianos, porque si tenemos la experiencia del Amor de Dios tendremos que preguntarnos si nosotros amamos también. Tendremos que preguntarnos cómo vivimos, si vivimos en una práctica de hermanos o por el contrario en nuestras comunidades, en nuestros ámbitos y familias, por ahí muchas veces esto de la caridad no replica... Cuántas divisiones, cuánta violencia, cuántas formas de no vivir esto que el Señor nos propone que es reconciliarnos, perdonarnos y tener en cuenta a los demás, tener en cuenta que tenemos que perdonar, porque también nosotros somos pecadores y porque todos necesitamos el amor de los unos y de los otros, por eso la comunión, la reconciliación, el diálogo, son formas indispensables que replican desde la caridad.
Por otra parte la Eucarística nos invita a preguntarnos si somos capaces de compartir, esto es la solidaridad. En este contexto del Corpus y al pedir especialmente por nuestra Patria en el Bicentenario de la independencia queremos rezar por la inclusión de todos los argentinos, de todos, especialmente de todos aquellos que padecen desde hace muchos años en nuestra patria distintas formas de exclusión para que vuelvan a ser incluidos. Pedimos que replique en nuestro corazón el mandato del Señor que amemos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Pedimos por todos los prójimos, pero especialmente en nuestro corazón, llamados por la caridad, por los más pobres, en las distintas formas de pobrezas... Tenemos que tener en cuenta a los más necesitados, a los niños desnutridos, a los jóvenes que no tienen trabajo. Queremos pedir que en nuestra Patria, podamos trabajar por la justicia para erradicar tantas formas de corrupción que son causa de pobreza. Estas serán las ofrendas del Bicentenario, cuando podamos vivir ese compromiso. Por eso la caridad, el amor, son como la clave de la tarea evangelizadora de la Iglesia. La Eucaristía nos anima, nos alienta a que podamos vivir en la evangelización con la clave del amor, de la caridad y de la solidaridad.”
Luego de la Misa, en procesión detrás del Santísimo caminó el Pueblo de Dios junto al Obispo, los sacerdotes, diáconos y religiosas, hasta el atrio de la Catedral, donde se realizó la bendición solemne con el Corpus Christi.
Nota: Algunas fotografías fueron tomadas del Facebook de la Secretaría Episcopal para la Educación Católica de la Diócesis de Posadas.