10 de Noviembre del 2016 | Centro de Pastoral Institucional
Se realizaron dos misas en honor a las madres
En honor a las madres, desde el Centro de Pastoral Institucional del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, se organizaron dos Santas Misas una se llevó a cabo el martes 11 de octubre a las 18.30, en el Aula Magna de la Sede Central y la otra el jueves 13 a las 09.00, en la Sede Campus. Asistieron autoridades, personal docente y no docente y estudiantes de esta Casa de Estudios.
El Profesorado de Ciencia Política colaboró especialmente en la celebración que se realizó en la Sede Central. Esta Misa estuvo presidida por el Presbítero Miguel Ángel Moura, Asesor Espiritual. Durante la homilía el sacerdote se refirió a la libertad y a las cuestiones de la ley, hizo mención a que los hijos de Dios no respetamos la ley como imposición, sino que la aceptamos con libertad, porque así vivimos, pero “(…) La libertad no confundida con el libertinaje, de hacer lo que yo quiero, lo que yo tengo ganas y hago uso y abuso de mi libertad. (Sino que somos) hombres y mujeres que no están atados a lo que dice simplemente la ley y lo voy a cumplir a raja tabla sí o sí (…) Pablo nos va a decir ‘no estén atados a la ley, si hay que circuncidar o no hay que circuncidar’, era el ejemplo que ponía en ese entonces, sino que hay que vivir como hombres y mujeres libres. (…) cuando yo soy capaz de vivir mi libertad, no confundiéndola con el libertinaje, puedo vivir mi libertad puedo y vivir la ley, entendida desde este amor que nos va a proponer el Evangelio. (…) Jesús siendo libre va a decir ‘yo no vine a abolir la ley sino a llevarla a su plenitud’ y la lleva a su plenitud de esta manera, viviendo en lo cotidiano, viviendo en lo de cada día, no interesando tanto cómo muestro que vivo la ley, sino que desde el corazón y ahí está dejarse guiar por el Espíritu (…)”.
Otra cuestión importante que remarcó el padre Miguel que no hay que someter a los hermanos. “(…) No esclavizar al otro tampoco, porque a veces creyendo seguir la ley esclavizo al otro y ahí es peor todavía cuando yo, creyendo cumplir la ley, hago esclavo al otro, lo hago sirviente mío (…)”.