En la Sede Campus se oficiaron dos misas por la Pascua

El personal docente y no docente, y estudiantes de la  Comunidad Educativa de la Sede Campus del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya celebró la Pascua y el Ciclo Lectivo ya iniciado,  en las celebraciones eucarísticas realizadas el lunes 29 de abril a las 9.30, y el viernes 3 de mayo a las 15.30. Ambas misas fueron presididas por el Presbítero Profesor Julio Omar Centurión, docente y asesor espiritual de la Sede; y la animación musical estuvo a cargo del Profesor Luciano Matijas, Coordinador del Centro de Pastoral Institucional.

En la primera celebración, del lunes 29, al finalizar los estudiantes de 4to año del Profesorado de Educación Física brindaron con unas palabras alusivas la bienvenida a los ingresantes del presente año.

Por su parte, en la homilía en la Santa Misa del viernes, el sacerdote invitó a reflexionar sobre las figuras de los apóstoles Santiago, el menor, y Felipe.

“Santiago, el menor, o también conocido en la Biblia como el pariente de Jesús (…) ¿Qué podemos aprender de él? Muy poco dice la Biblia. Todo lo que nosotros tenemos es lo que nos dice la tradición (…) que era un hombre muy reconocido por su santidad. Tanto los cristianos como los judíos decían, cuando  lo veían pasar: Ahí va el santo. Un hombre que siempre lo ibas a encontrar en el templo, alabando, adorando a Dios, aconsejando; un hombre santísimo. También nosotros necesitamos docentes, amigos que al mismo tiempo que sean elevados espiritualmente e intelectualmente también puedan comunicar sus conocimientos (…) Uno lee las Cartas de Santiago y es directo, no  da vueltas. Dice que la religión no debe ser complicada, sino que adoremos a Dios y dejemos de dar vuelta. Un santo sin vuelta. Cuando tenía que decir las cosas, lo hacía de forma concreta y clara; y así se traducía su vida. Que hermoso es ser docentes, profesionales, sacerdotes  concretos y claros; sin confusión, con decisión, no a medias tintas, o medias vueltas. Tomemos de modelo a Santiago. Por un lado elevado espiritualmente pero también humanamente con un aterrizaje, con una claridad hacia los demás.”

Cuando se refirió al apóstol Felipe señaló que “se lo conoce por sus intervenciones y  que siempre consultaba a Jesús; él le había dicho al Maestro que le muestre al Padre y eso nos basta (…) y nos invita a descansar en el Señor”. Por eso animó a los presentes a que “pidamos a Dios la gracia de poder descansar en Él, no estresarnos sino descansar. Cada oración, cada misa tiene que ser un descanso en el Señor, no como una obligación, sino un descanso en Él. “

Concluidas las celebraciones se continuaron normalmente con las actividades académicas.