Jesús subió al cielo

La Iglesia celebra hoy LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR. El Hijo de Dios que se encarnó en el vientre de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, murió en la cruz y resucitó y, ahora sube al cielo de donde bajó. Los apóstoles y discípulos que lo veían separarse de ellos se entristecían porque de algún modo lo amaban.

Sin embargo, era necesario que Jesús subiera al cielo, porque desde el Padre nos enviará al Espíritu Santo.

Es el inicio de la Iglesia cuyo fundamento es el Amor Trinitario. La iglesia recibe el mandato sagrado de comunicar la Buena Noticia: JESUCRISTO, MUERTO, RESUCITADO Y ASCENDIDO A LOS CIELOS PARA NUESTRA SALVACIÓN.

Ahora comienza la misión evangelizadora de la Iglesia: cada bautizado ha recibido este mandato misionero.

Ahora, Cristo necesita nuestros ojos para ver y mirar a nuestro alrededor…

Cristo, necesita de nuestras manos para servir, para lavar los pies de nuestros hermanos. Cristo necesita de nuestros pies para ir allí donde aún no le conocen…

Cristo necesita de nuestros labios para contar las maravillas que Dios realiza entre nosotros… Cristo nos necesita para amar a todos sin excluir a nadie.

Allí, donde estamos. Hemos de vivir este mandato de amor. Porque de eso se trata: ¡Amar evangelizando y evangelizar amando!

Sabemos que Él está presente en la Iglesia donde escuchamos su Palabra, en sus sacramentos y en la caridad con los más vulnerables, desprotegidos y necesitados.