15 de Mayo del 2022 | Centro de Pastoral Institucional
El amor primero en casa
Yo digo siempre que el amor comienza en la propia casa. Primero está su familia, luego su ciudad. Es fácil pretender amar a la gente que está muy lejos, pero mucho menos fácil, amar a los que conviven con nosotros muy estrechamente. Desconfío de los grandes proyectos impersonales, porque lo que cuenta realmente es cada persona. Para llegar a amar a alguien de verdad, uno se tiene que acercar de veras. Todo el mundo tiene necesidad de amor. Cada uno de nosotros necesita saber que significa algo para los demás y que tiene un valor inestimable a los ojos de Dios.
Cristo dijo: “Ámense los unos a los otros, como yo los he amado.” (Jn 15,12) También ha dicho: “(...) cuando lo hiciste con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hiciste.” (Mt 25,40) Amamos a Cristo en cada pobre, y cada ser humano en el mundo es pobre en algún aspecto. Dijo: “Tuve hambre, y me diste de comer... estaba desnudo y me vestiste.” (Mt 25,35) Siempre recuerdo a mis hermanas y a nuestros hermanos que nuestra jornada está hecha de veinticuatro horas con Jesús.
Santa Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
Un camino simple (A simple path)